Este martes se emitió por la señal de la BBC un nuevo documental sobre el físico teórico Stephen Hawking y así se pudo la verdad. El físico puteaba de lo lindo. 

Bueno, algo así. Es que los hijo del genio también eran muy creativos e inteligentes: usaron esos genes virtuosos para fines menos brillantes que los de su padre pero sin duda muy divertidos. 

Lo que hacían era sacarle el sintetizador y lo programaban para hacerle decir malas palabras. Eddie Redmayne compartió la anécdota mientras contaba cómo se preparó para su papel como Hawking en la película ganadora del Oscar, La Teoría del Todo. En este entrenamiento mantuvo entrevistas con los hijos de Hawking Lucy y Tim, quienes confesaron sus travesuras cuando eran chicos.

 

 

"Estaba siendo muy cuidadoso con lo que preguntaba, hasta que Tim dice: ‘Me solía subir a la silla de ruedas de papá y la usaba como un go kart' y teníamos la costumbre de poner malas palabras en la máquina de voz y pulsarla'", contó divirtiéndose sobre las confesiones de los hijos de Hawking.

"Esa fue una revelación para mí... porque claro, son una familia normal. Se trata de circunstancias muy extremas, pero tratadas con humor y con diversión", analizó.

 También su hijo reveló que él solía jugar juegos de mesa con su padre, en los que no era, como se suponía, lo que se dice una presa fácil cuando se trataba de ajedrez. "No hubo compasión", sonrió Tim, cuando se le preguntó si su padre lo dejaba ganar. "Él era enormemente, enormemente competitivo".