El gobierno de Irán condenó el atentado de este miércoles contra la sede en París del semanario satírico "Charlie Hebdo", y calificó de "ajeno a la educación del Islam" cualquier acto terrorista contra el pueblo. En tanto, el presidente de Francia, François Hollande, decretó luto nacional para este jueves en todo el país.
La portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Marzie Afjam, afirmó que "este tipo de conductas es la continuación de una ola sin precedentes de extremismo y de violencia física y pensamiento que durante la ultima década se ha desarrollado en el mundo", según la agencia oficial de noticias IRNA, en versión reproducida por la agencia EFE.
Lo que ha llevado a que se promuevan estos comportamientos son "las políticas erróneas y las colisiones binarias (doble conducta) frente a la violencia y el extremismo", consideró.
Al respecto, la portavoz expresó su esperanza en que los líderes del mundo adopten "una política integrada" y eviten el "doble rasero" para poner coto a las causas de la violencia y el extremismo.

En cuanto a la reacción del gobierno galo, el presidente Hollande anunció que este jueves 8 será una "jornada de luto nacional" en homenaje a las doce víctimas mortales del atentado contra el semanario.
       Hollande, en una alocución solemne retransmitida por las cadenas de televisión, indicó que a las doce del mediodía habrá concentraciones en instituciones públicas, y que las banderas ondearán en todo el país a media asta durante tres días.
       Tras recordar que los dibujantes y los cronistas de "Charlie Hebdo" habían defendido un "mensaje de libertad que seguiremos defendiendo en su nombre", rindió homenaje a los fallecidos, "nuestros héroes", y señaló que "han muerto por la idea que se hacían de Francia, por la libertad".

En el atentado contra el semanario satírico francés han muerto doce personas, ocho de ellas periodistas, dos policías, un visitante que estaba en la sede de la revista y otra persona que fue tiroteada al inicio de la acción en el exterior del edificio.
La publicación había sido amenazada por reproducir caricaturas de Mahoma publicadas originalmente por el periódico danés "Jyllands-Posten" en 2005 y por otros dibujos del profeta que divulgó en 2012.