Un nuevo paro general, propiciado principal aunque no exclusivamente por las centrales sindicales no afines al gobierno nacional, ha puesto en el centro del debate un tema recurrente y pendiente de resolución: el impuesto a las ganancias retenido a los salarios de los trabajadores en el momento de su percepción.

En base a la última información pública disponible perteneciente al año 2012, puede inferirse lo siguiente sobre el impuesto a las ganancias:

Por cada $ 100 de recaudación, $ 76 lo pagan las sociedades y $ 24 las personas físicas. Dentro de estas hay cinco casos, uno de los cuales es la 4ª categoría. Esta NO incluye sólo remuneraciones bajo forma salarial, sino a otros casos que debieran ser tratados de modo diferente. Esos otros casos incluyen a directores de sociedades anónimas, socio-gerentes de SRL, síndicos, albaceas, profesionales independientes, etc.

De los $ 24 que aportan las personas físicas, aproximadamente $ 14 provienen de la 4ª categoría y dentro de ésta, las remuneraciones bajo forma salarial, aportan $ 9. Hasta aquí y para eso, por cada $ 100 de recaudación en el impuesto, sólo $ 9 provenían de remuneraciones bajo forma salarial. Debe tenerse en cuenta – además – que los jubilados y pensionados también están sujetos al régimen del impuesto y forman parte de la 4ª categoría.

No es justo dar igual tratamiento a remuneraciones salariales que a otro tipo de ingresos incluidos en la cuarta categoría. Un CEO de una firma multinacional no es equiparable al trabajador que percibe sus salarios de acuerdo a convenios colectivos de trabajo, sin embargo ambos están dentro de la misma categoría y sujetos a las mismas reglas.

Los problemas que se pueden señalar respecto del régimen vigente son muchos y variados. Si bien para este columnista el salario no es ganancia sino su contrapartida social, en lo coyuntural es necesario y posible encarar modificaciones que no impliquen sacrificio de ingresos, tornando a la vez más progresivo y equitativo el impuesto y liberando a buena parte de los reclamantes afectados. Un recorte significativo de obligaciones para los trabajadores, no es difícil de ser compensado con leves reformas sobre el resto de los contribuyentes del impuesto, máxime conociendo el mapa de exenciones socialmente intolerables en este impuesto.

 

Recaudación del impuesto a las ganancias 2012

Porcentaje de participación de cada grupo de contribuyentes: