Convocados por La Asociación Rosarina de estudios Culturales (AREC), la Asociación de Reducción de Daños de Argentina (ARDA), y la Red Argentina de Usuarios de Sustancias (Rarus), entre otros, un millar de rosarinos participaron este sábado de la movilización anual para reclamar por la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. 

Mientras cientos de personas copaban desde temprano la Plaza Sarmiento para escuchar música, levantar carteles con las consignas de todos los años, y fumar cannabis, referentes de las asociaciones que convocaban a la movilización coincidían en un punto: Ya no copaban la parada como antes los jóvenes estudiantes universitarios, la mayoría de los manifestantes venía de los barrios. 

 

Esta nueva composición no pasó desapercibida. Son esos pibes que viven con el peso de la estigmatización y que en la manifestación coreaban la consigna que más les preocupa para no ser objetos de persecuciones y detenciones: "Legalicenla". 

Una de las consignas de AREC para marchar está basada en "la defensa de los derechos humanos, por un cambio de ley, más justa, eficaz y humana, así como también siendo una manera de combatir el narcotráfico que tantos problemas conlleva en nuestra sociedad actual". 

Desde esta asociación plantean la regulación del cultivo del cannabis como medio para desfinanciar y combatir el narcotráfico. Miembros de otras organizaciones están más preocupados por plantear la necesidad de una nueva ley de drogas y el acceso de los usuarios a una mejor información para reducir los daños.

Poco pueden hacer, dicen, si la convocatoria se transforma en una gran fumata a cielo abierto. La vacía de contenido, agregan.

 

En la multitudinaria marcha del año pasado, la decisión del presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, de acompañar la movilización junto a varios ediles, e instalar el debate en la sociedad rosarina con expertos y dirigentes políticos, marcó un antes y un después. La marcha fue en la tapa de todos los diarios locales. En la jornada de este sábado, los políticos brillaron por su ausencia.

Los organizadores de la MMM en la ciudad van a tener que tomar nota de lo que sucedió este sábado. Cuando la problemática pierde agenda, tanto política como periodística, la prioridad pasa por redoblar esfuerzos y estar atentos para garantizar que el derecho a reclamar por la no criminalización del uso de drogas tenga mayor impacto en la sociedad.