Cuatro policías de Rosario fueron detenidos este lunes por el crimen de Jonathan Herrera, el joven asesinado a balazos el 4 de enero pasado cuando lavaba su auto en la puerta de su casa, en esa ciudad santafesina, y quedó en medio de un tiroteo entre efectivos de la fuerza y un sospechoso.

Los detenidos por orden del fiscal a cargo de la causa, Adrián Spelta, son oficiales de la Policía de Acción Táctica (PAT), quienes quedaron acusados de "homicidio calificado" luego de que los peritajes balísticos a sus armas determinaron, según el funcionario judicial, que las mismas "tuvieron participación en el crimen".

En una conferencia de prensa, el fiscal Spelta señaló que "las armas se han cotejado con las vainas servidas y con los proyectiles que se extrajeron del cuerpo". Según el representante del Ministerio Público, Herrera recibió tres impactos de bala pero "hubo más disparos en el lugar" del hecho.

"Todo ha sido determinante: las armas, las imágenes, las pericias, los testigos, lo que le permite a la Fiscalía trasladar estos detenidos a efectos de ser imputados", indicó el fiscal y agregó que mañana habrá una audiencia en la que se explicará el delito que se les atribuye a los policías apresados.

El crimen de Herrera, quien trabajaba como repositor y tenía un hijo de 45 días, ocurrió el 4 de enero pasado, en bulevar Seguí y Juan Manuel de Rosas, en la zona sur de Rosario, donde el joven lavaba su Volkswagen Gol frente a su casa.

Tres días después del crimen, familiares de Herrera marcharon a los Tribunales de Rosario en reclamo de Justicia y denunciaron que fueron los policías los que efectuaron los disparos que mataron a Jonathan. "Los que tiraron son los policías que bajaron del colectivo. Los que deberían cuidarnos, mataron a mi sobrino", dijo una tía de la víctima.