De los 21 representantes de Santa Fe en la convención radical que el domingo en Gualeguaychú definió la alianza del partido de Alem con el Pro, 15 votaron en contra de esa moción impulsada por los senadores Ernesto Sanz y Gerardo Morales. Por lo que la sensación en la dirigencia local es de estupefacción y sinsabor. “Es la peor decisión que tomó el radicalismo en su historia”, afirmó el vicegobernador Jorge Henn, en una rueda de prensa convocada este lunes para dejar sentada la posición del partido en la provincia.

Con Henn estuvieron el compañero de fórmula de Miguel Lifschitz y ministro de la Producción, Carlos Fascendini, y el diputado provincial Maximiliano Pullaro. “En Santa Fe se daría una situación graciosa, si no fuera absurda, de tener que ir con (Carlos) Reutemann y (Miguel) Del Sel, precisamente nuestras antípodas. Si Sanz viene a la provincia, será Del Sel quien vaya a buscarlo al aeropuerto, nosotros no”, advirtió el titular del Senado acerca del presidente de su partido. Y Pullaro recordó: “Y también irá (Juan Carlos) Mercier, el principal impulsor de las políticas neoliberales en Santa Fe y el promotor de la privatización de Aguas Provinciales”

El triunfo del presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, al imponer en la convención nacional el rumbo de aliar al partido de Alem con el Pro es un trago indigesto para la mayoría de la dirigencia santafesina.

Fascendini analizó: “Sucederá que en cada provincia el partido aprovechará las mejores alianzas para llegar al poder. Incluso es probable que el radicalismo gane varias gobernaciones de esa manera, pero no coincidimos con eso. En un artículo del documento que aprueba la alianza con el Pro se habilita a las provincias a realizar las alianzas más convenientes, incluso apoyando otra fórmula presidencial. Dieron una vía de escape”, despreció quien asistió como convencional por Santa Fe, y ante la pregunta admitió que sí, “lamentablemente, puede ocurrir que esto licúe la identidad partidaria”.

En la definición de la convención nacional, por 188 votos contra 114, 15 enviados santafesinos rechazaron la posición de Sanz y del santiagueño Gerardo Morales. Pero hubo 6 que votaron de acuerdo con la alianza con el macrismo: el diputado provincial Darío Boscarol (operador de Mario Barletta), Ignacio Mujica (presidente comunal de Zavalla y precandidato a diputado), Aníbal Reinaldo (presidente del Banco Hipotecario durante la presidencia de Raúl Alfonsín), Rubén Bilicich, Juan Carlos Abbondanzieri y Roberto Sanmartino.

Fascendini resumió: “El partido quedó en dos posiciones: una que apoya a la democracia social, y otra que se fue francamente a la derecha. Se advierte que en las provincias no habrá unanimidad. Cada una optará por acompañar las fórmulas distintas que sus propias convenciones determinen”.

Fascendini se explicó esta bifurcación en la “falta de un líder que realmente tenga posibilidad de llevar adelante un proceso electoral exitoso”.

A su lado, Henn puso de relieve que “la mayoría de la UCR santafesina ratifica la construcción del Frente Progresista, que ya lleva veinte años, y esta es la peor decisión que tomó el radicalismo en su historia. Reivindicamos la mirada socialdemócrata que le dio Alfonsín, que invitó a toda una generación a pensar en términos de un partido moderno y a buscar acuerdos con partidos democráticos, republicanos y progresistas. Ese mandato no es respetado por quienes tomaron la decisión en la convención nacional. Esto es muy difícil de aceptar”, lamentó.

El futuro inmediato los obligará a adoptar o no la decisión de advertir a las bases de no participar en la interna de la UCR con el Pro, pero por ahora afirman que están enfrascados en la campaña provincial. “No creemos en los atajos ni en la inmediatez”, señaló Fascendini.

Los tres lamentan la evaporación del Unen, y entrelíneas sospechan de que hubo dirigentes que lo dinamitaron en forma premeditada para arribar a la escena actual. La convención radical del domingo les confirma esa hipótesis. “Hace un tiempo, Unen medía 20 por ciento. Nada es casual, concluyeron.