Las autoridades afganas continuan hoy con los trabajos de rescate de las víctimas de uno de los peores temporales de nieve en Afganistán en 30 años, que en los últimos días causó la muerte de al menos 245 personas y heridas a otras 66.
Las fuertes nevadas comenzaron el lunes por la noche y se prolongaron hasta el miércoles en las regiones montañosas del norte, este y especialmente noreste de Afganistán.

Provocaron aludes y riadas que, además de las víctimas mortales, han destrozado al menos un centenar de viviendas en el país.

El área más afectada fue la provincia nororiental de Panjshir, donde la cifra de muertos ascendió hoy a 200 y la de heridos a 60 después de que los equipos de emergencia recuperasen más cadáveres entre las ruinas y la nieve tras la mejora de las condiciones meteorológicas.

Unas 300 personas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad, participan en la limpieza de carreteras y retiran nieve de las casas sepultadas.
"Necesitamos más maquinaria para limpiar la nieve para acelerar las operaciones de rescate ya que aún quedan cuerpos sepultados", indicó Bakhshi, quien destacó que se trata de la mayor nevada en la zona en tres décadas y que en algunas áreas la nieve alcanzó una altura de dos metros.

Las Fuerzas Armadas afganas distribuyen alimentos en helicópteros ya que las carreteras que conectan la provincia con Kabul permanecen bloqueadas y llevará una semana reabrirlas.

Además, 14 personas permanecen atrapadas desde hace tres días en el distrito de Mandol y las operaciones de rescate hasta ahora no han tenido éxito, por lo que se teme que hayan fallecido. El resto de las víctimas se produjeron ayer en la provincia central de Parwan, donde murieron diez personas a causa de las avalanchas y el frío, y en las regiones orientales de Nangarhar y Laghman, con ocho fallecidos por las riadas.

El jefe de Gobierno afgano, Abdulá Abdulá, visitó hoy la provincia de Panjshir para evaluar la situación.
"Desafortunadamente las avalanchas y riadas han golpeado a 16 provincias del país, matando e hiriendo a muchas personas. Ofrezco mis condolencias a las familias de los fallecidos", afirmó Abdulá en un comunicado.
La situación climatológica durante los últimos días está siendo particularmente adversa en el norte y el este de Afganistán.
El domingo, en la provincia de Badajshan murieron doce personas en una avalancha de nieve que destruyó sus casas mientras dormían.

Afganistán sufre con frecuencia desastres naturales que provocan grandes pérdidas humanas, como los corrimientos de tierra que causaron la muerte de 2.000 personas en mayo del año pasado en el noreste del país.