Básicamente se trata de agarrar un pollito, abrirle sus patitas y decir si es nena o nene. Pero hay una trampita, resulta que no es tan simple. Distinguir entre macho o hembra en el caso de los pollos es algo realmente complejo y que requiere especialización. Lo inusual de la actividad  sumado a su poco decoro, hacen que falten especialistas capaces de distinguir sexos, lo que le presenta a la industria de las aves de corral del Reino Unido un grave problema.

El país padece una escasez crítica de sexadores de pollos pese a que pagan nada menos que US$60.000 al año.

Según el Consejo Británico de Aves de Corral, la falta de personal calificado llega a poner en peligro los contratos de exportación. Además, el órgano está pidiendo al gobierno de David Cameron que agregue el sexador de pollos a su lista de empleos de escasez crónica.

El director ejecutivo del consejo, Andrew Large, le dijo a la BBC que las habilidades que requiere el puesto son algo particulares. El trabajo implica concentración, destreza, agudeza visual, simpatía por los animales y por su bienestar.

"No existe una máquina capaz de alcanzar el 97% a 98% de un trabajador calificado", considera. Además agregó: "Creo que el problema es el trabajo en sí. Pasas horas cada día mirando pollitos por detrás. No se ve como algo atractivo". , agrega.

Tampoco se trata de un trabajo altamente demandado ya que el país necesita sólo unos cien sexadores. El problema es que hay unas 15 o 20 vacantes que no se pueden cubrir.

¿Cómo se distinguen? El sexador de pollos normalmente se sienta frente a una mesa y las cajas de los recién nacidos le llegan por un lado. El empleado toma cada polluelo y lo aprieta para provocar que se abra la ventilación anal, donde están los órganos sexuales. De un vistazo examinan las minúsculas diferencias entre machos y hembras.