Dos nuevas muestras inauguraron en el Museo Histórico Provincial Dr. Julio Marc: “¿Qué queda del daño? Imágenes contemporáneas de la Guerra del Paraguay” y “Algunas flores en un jarrón frente a un espejo”.

Con entrada libre y gratuita, ambas exposiciones podrán ser visitadas hasta el domingo 30 de diciembre, de martes a viernes de 9 a 18, y los sábados, domingos y feriados de 15 a 19 en la sede del Museo en el Parque de la Independencia.

El trabajo “Algunas flores en un jarrón frente a un espejo”, del artista rosarino Román Vitali, se inscribe dentro del programa que busca establecer relaciones entre las colecciones y los contenidos del Museo Marc con el arte contemporáneo. En esta primera edición, Vitali incorpora sus obras desarrollando una instalación que le otorga una nueva lectura a la colección de arte decorativo del Museo, centrada en la colección de jarrones de porcelana y de muebles del siglo XIX.

La exposición “¿Qué queda del daño? Imágenes contemporáneas de la Guerra del Paraguay”, bajo la curaduría de Juan Laxagueborde, invita a una lectura sobre la Guerra del Paraguay que durante cinco años (1865-1870) enfrentó a ese país con una triple alianza formada por Argentina, Uruguay y Brasil, en una exposición que busca interpretar una guerra a través de imágenes de artistas desde una mirada contemporánea.

Dice Laxagueborde: “El arte tiene una intención siempre imprecisa porque forma con los escombros de lo que pasó, sensaciones que pasan en tiempo presente y que se extienden sin fin”. Así, propone un recorrido a través de la obra de artistas contemporáneos invitados: Laura Códega, Ariel Cusnir, Alita Olivari, Benito Laren, Lucrecia Liontti, María Luque, Alberto Passolini y Alejandro Rossetti.

“Los artistas que participan en la muestra consideran la cuestión de maneras muy distintas. Algunos identificaron a las víctimas principales, los niños. Otros pusieron la historia oficial adelante para recrear desde ahí o se rieron como si se tratara de una fábula a la que hay que redimir y hasta encontraron la manera de materializar lo que parecía plano. En cualquier caso está la vocación de evitar el miedo a la historia haciendo de ella una imagen para la conversación y el disenso”, sostiene Laxagueborde.