La investigación penal sobre la cuantiosa estafa de la empresa fantasma Dimare SRL acumuló hasta ahora 47 denuncias que en total suman un perjuicio estimado de alrededor de 80 millones de pesos. Además, los pesquisas detectaron que quienes están involucrados no son nuevos en estas maniobras. Desde Tribunales señalaron que se trata de una organización de rosarinos cuyos miembros ya tienen antecedentes penales por esta clase de delitos, y que las investigaciones de esos delitos naufragaron y sus protagonistas quedaron a salvo.

Dimare es la firma que alquiló como fachada un corralón de Presidente Quintana 2450, y que había sido inscripta en Afip en noviembre pasado. Todavía es materia de investigación cómo es que a pesar de sus pocos meses de trayectoria comercial, consiguió los medios y permisos suficientes como para librar un vendaval de cheques sin fondos.  

Fuentes no oficiales precisaron a Rosarioplus.com que las estafas sumarían un monto de 80 millones de pesos, de los cuales fueron recuperados alrededor de 15 millones en el material incautado en los allanamientos, entre colchones, piletas, vinos, juguetes, vehículos, entre otros objetos.

La forma de engañar a las empresas proveedoras era realizar compras pequeñas en un principio, por montos de 10 mil pesos, cuyos cheques eran abonados correctamente, para luego hacer una segunda compra de arriba de 100 mil pesos. Estos últimos cheques figuraban sin fondo o adulterados, y son los que decenas de empresas rosarinas no pudieron cobrar cuando llegó la fecha de pago.

Profesionales

Fuentes tribunalicias confirmaron a Rosarioplus.com que tanto el prófugo Sebastián Alonso como los dos detenidos cuentan con antecedentes penales por estafas investigadas en el viejo sistema de la Justicia santafesina. Sin embargo, esos delitos prescribieron por el paso del tiempo y sin que la Justicia los hubiera esclarecido.

Alonso -que falseó su identidad por la de un tal Jonathan Mena- había sido denunciado en 1998 por una mujer, también víctima de un fraude. Sin embargo, esa causa prescribió sin pena ni gloria.

Algo parecido favoreció también el destino de los dos detenidos el miércoles por la causa Dimare: Alberto Salvador Cocco y Mariano Alfredo Corna.

El primero tiene antecedentes por defraudaciones, estafas, hurto calificado, estelionato, todos expedientes que fueron archivados por el paso del tiempo. En tanto, Corna cuenta con causas penales por amenazas y robos varios en el viejo sistema que también fueron archivadas. Una de las personas detenidas figura como titular del corralón.

Alonso, con búsqueda de paradero nacional e internacional, usurpó la identidad de un hombre de Buenos Aires llamado Jonathan Mena, y con ese nombre firmaba los cheques voladores. Por eso una línea de Fiscalía investiga de qué forma se falsificó el documento de identidad, y cómo logró registrar el comercio a su nombre.

Cocco y Corna fueron detenidos el miércoles durante los allanamientos y serán imputados este viernes como participantes de esta red de estafadores. Otros dos permanecen prófugos al igual que Alonso, y se presume que la causa sume más detenidos, ya que se esperan más allanamientos.

Alonso, al igual que las dos personas detenidas y las dos prófugas son oriundos de Rosario, y figuran sin actividad legal más que el rubro de comerciantes.

Además de estos precedentes en el tribunal local, se suman antecedentes en Ciudad de Buenos Aires y territorio bonaerense. Por otra parte, hay otras dos personas prófugas y con pedido de captura.