Leo Fernández es el personaje del domingo. Hace semanas se hizo cargo de un barco desorientado y vaya si lo enderezó. Este domingo, tras ganar el clásico, apenas pudo compartir unas pocas declaraciones para la televisación oficial antes de irse casi entre lágrimas a festejar con su gente.

El DT contó que intentó "transmitir tranquilidad" a los jugadores, en "un partido especial para todos". Fernández opinó que Central hizo méritos apoyado en "un grupo de jugadores que querían revertir esta situación incómoda".

"No hay mucho para charlar, solamente festejar con toda nuestra gente", agregó el DT justo antes de emocionarse al momento de dedicarle el resultado a su familia, que lo siguió desde casa.

Antes del cotejo, el presidente de Central Raúl Broglia anticipó que respalda la continuidad de Fernández, aunque aclaró que la decisión final se tomará en conjunto con otros dirigentes. Ahora, con el clásico ganado, seguramente será difícil mover al DT.