En un acto de desesperación, la Comisión Directiva de Newell’s planteó en términos binarios la orden del día en la asamblea del miércoles: aprobar o no el balance. Cuando el problema de los rojinegros es, sin dudas, el balance propiamente dicho. La Comisión Directiva que preside de Eduardo Bermúdez se resiste a presentar la documentación respaldatoria, multiplicando las sospechas sobre el destino de millones de pesos, y siembra el pánico sumando al debate la palabra “descenso”, como castigo supuesto de la Asociación del Fútbol Argentino si los socios no convalidan el análisis contable.

Superliga no reglamentó acciones punitivas para estos casos en ninguno de sus artículos. Por lo cual lo trascendente de la asamblea será conocer las explicaciones a las siguientes grandes preguntas que despiertan del ejercicio contable leproso.

El balance, que no cuenta con aval del auxiliar contable Guillermo Azum, plantea en la página 18 algunos números sobre los préstamos tomados por el club que no se corresponden con la información que constató la auditoría, y a su vez estas transacciones financieras carecían de conocimiento de la tesorería o el personal responsable. “Hay falsedad en la memoria”, concluyeron los contadores de las agrupaciones opositoras.

Más adelante, en la página 43, asoman más contracciones que hacen “inconsistente” el informe. Allí la Comisión Directiva enarbola la bandera exitosa de la gestión afirmando que “ningún jugador hizo reclamos judiciales”. Al hurgar en el apartado de “Notas”, el mismo informe advierte “la existencia de una demanda judicial de Joel Amoroso”, el actual jugador del club que está a préstamo en Belgrano.

Cuando se cotejan números declarados de caja, el ejercicio de suma y resta no cierra: hay al menos 76 millones de pesos imposibles de ubicar en el balance. Esto obedece a dos grandes razones: la falta de documentación, consecuencia de una administración “paupérrima”, y las deudas contraídas por toma de préstamos con tasa de interés mensual del 6 por ciento y que después se quisieron saldar con un excedente sobre el monto final por intereses de un 30 por ciento más. Este punto, sin dudas, es el que lleva a los directivos a buscar cualquier estrategia para aprobar el balance sin dar explicaciones de sus actos de administración.

Las “Notas” del ejercicio contable cuenta además con un detalle de “cheques rechazados” sin levantar. Si bien no figuran todos los valores que carecían de fondo, no hay ningún párrafo que se explaye sobre razones a esta estrategia de administración compulsiva de entregar cheques irresponsablemente sin hacer antes una previsión elemental de fondos.

El balance que el 26 de febrero la dirigencia acercó a Inspección General de Personas Jurídicas es el mismo que elevaron el año pasado. No se sumó documentación respaldatoria que ayude a interpretar los números que se reflejan. Para entregar  cada licencia a los clubes en 2019 (requisito indispensable para jugar en Primera y torneos internacionales) Superliga exige a las instituciones dos grandes requerimientos en el aspecto administrativo: un balance auditado y aprobado por un contador externo y que el mismo sea avalado por socios en asamblea. Si estas obligaciones no se cumplen no se especifica sanciones en el reglamento.

Pero de igual forma lo que decidan los socios no es relevante. Porque incluso de imponerse la moción para dar por aprobado el balance el club no superó una auditoria del mismo. Por lo cual lo más importante este miércoles será sin dudas que los directivos se aboquen a reunir los papeles de trabajo que le den seriedad a su gestión para persuadir por igual a auditor y socios de que los números reflejan la realidad de la institución.