Ariel Máximo Cantero arribó pasadas las 9 de la mañana a Tribunales, adonde la jueza penal Alejandra Rodenas lo interroga como el presunto jefe de una asociación ilícita, tal el delito que se le imputa. No obstante, los abogados que lo patrocinan comentaron que no existen pruebas de peso para endilgarle esa acusación.

El traslado se realizó con un amplio despliegue de agentes policiales y vehículos de distintas divisiones. Hasta la magistrada a cargo de la audiencia arribó a su juzgado escoltada por policías bien armados y provistos de chalecos antibala.

En los pasillos de Tribunales se pudo ver merodeando el juzgado adonde se encuentra Cantero a Francisco Lapiana, también procesado en la megacausa Los Monos aunque en libertad, e investigado como uno de los engranajes de la organización en el blanqueo de sus dineros. Lapiana se dedica a detectar jugadores de fútbol en clubes barriales y promover su inserción en el profesionalismo. Su mayor éxito ha sido el caso del delantero Angel Correa.

El abogado de la familia Cantero, Carlos Varela, anticipó a Rosarioplus.com que su cliente se abstendrá de declarar en lo que a la imputación penal se refiere. Dijo que Cantero, llamado El Viejo Ariel, no es el jefe de ninguna banda, y que no tiene mas que el vínculo familiar con su hijo Guille, quien aceptó en juicio abreviado una condena de 9 años de prisión como culpable de integrar una asociación ilícita y de participar en el asesinato de Diego Tarta Demarre, el primero de los crímenes considerados venganza por el homicidio de su hermano, Claudio Pájaro Cantero.

No obstante, se descarta que  luego de que finalice la audiencia, la jueza Rodenas disponga la prisión preventiva de Cantero y lo regrese a la cárcel de Coronda. Cantero ya estaba imputado en la megacausa Los Monos por el juez anterior, Juan Carlos Vienna.

Cantero fue detenido el viernes pasado al mediodía, en Felipe Moré y Centeno, mientras iba a bordo de un carro de cirujas conducido por un niño. Estaba prófugo desde 2013, señalado como el organizador en las sombras de la organización delictiva conocida como Los Monos, y que fuera comandada por su hijo mayor, Claudio, hasta que lo asesinaron el 26 de mayo de ese año. Hoy se cumple el segundo aniversario de ese crimen que luego precipitó una saga de más homicidios en la zona sur y en Villa Gobernador Gálvez, atribuible a la venganza de esa muerte.