La lluvia llegó para quedarse al menos hasta el viernes. Para colmo, cuando la tormenta baje su intensidad por la mañana, fuertes ráfagas de viento exacerbarán la crueldad del frío.

Según el informe del Servicio Meteorológico Nacional, en las primeras horas de este viernes, y tras un día entero de chaparrones, el viento alcanzará una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora con dirección al sudoeste. 

El suelo mojado por la lluvia de una jornada entera, más las intensas ráfagas y la baja temperatura (se espera no no supere los 9 grados) garantizan que el viernes será un día para el olvido.

Sin embargo, tras el fuerte viento, el clima tendrá una leve mejora que podría mover el termómetro hasta los 17 grados y sacar a los rosarinos de su caparazón de abrigo.