Actriz múltiple, del drama a la comedia, pasando por el musical, en teatro, cine y televisión, Julieta Díaz encara el desafío de volver a la pantalla grande en nuevo triple rol de coproductora, colaboradora en el guión y figura central de "No soy tu mami" una comedia romántica de Marcos Carnevale acompañada por Pablo Echarri y Sebastián Wainraich, que acaba de estrenarse.

Con una larga trayectoria que incluye títulos memorables como “Juan y Eva”, “Corazón de León”, “Refugiado”, que le valió el Cóndor de Plata y “El fútbol o yo” en el cine, “Graduados” y “Silencio de familia” en televisión y en teatro “Sonata de otoño” y “Los locos Addams”, esta vez le toca encarnar a una periodista que para salvar la revista que dirige toma una decisión.

Paula, así se llama su personaje, acepta por presión editorial escribir una columna femenina y elige una alternativa disruptiva y polémica en la que pone en la mira la maternidad lenguaje corrosivo por el simple hecho de que, obsesionada con decidir su destino, no tiene entre sus metas ser madre nunca.

Télam: —¿En que momento te encuentra este papel? 
Julieta Díaz: —Me encuentra en un momento en el que empecé a meterme en lo que sería la autogestión desde la génesis de los proyectos y que por suerte se tornan realidad. Este en verdad es de mi colega Celina Font quien me lo trajo y así empezamos armarlo. En la película ella encarna a la hermana de Paula, feliz de ser mamá. Este es un momento de mucha acción y eso está muy bueno, me da mucho placer.

—¿Creés que cuando una comedia tiene sustancia pueden decir cosas tan o más trascendentes que un drama?
—Todo depende el libro, depende de qué comedia o de qué drama se trate No lo sé. Creo que con una comedia como esta, o con el humor en general, a veces se puede hablar de cosas. o meter información más fácilmente que con el drama. Uno es más permeable al humor. Creo que en la vida el humor sirve para hablar de un montón de cosas y a mi me sirve.

—A tu personaje la realidad le cambia su forma de ver las cosas a medida que avanza el relato...
—Ella no modifica su forma de pensar ni tiene que cambiar su forma de vida, simplemente abre la cabeza y también logra que los demás abran la cabeza, en especial cuando reconoce haber entendido las razones de tener hijos de otras mujeres pero que estaría bueno que también la entiendan a ella que tiene que pelear todos los días con los que no aceptan que una mujer no quiera ser madre. Creo que hoy en día es importante entender y respetar las razones y la forma de vida de los demás y entender que cultural, social e ideológicamente el otro puede elegir lo que elija y uno no es quién para decirle con el dedo en alto lo que está bien y lo que está mal. 

—Es un tema muy actual...
—La sociedad también tiene que acomodarse a esas elecciones personales. No hay una sola forma de entender las cosas, como no hay una sola religión y hay que ser tolerante. Tampoco hay una sola forma de formar una familia, de vivir, de ser “femenina”. No podemos todo el tiempo querer que el otro venga hacia nuestro vértice: sería bueno encontrarnos en la mitad del camino.

—¿Cómo fue trabajar con Pablo y Sebastián?
—Trabajar con Pablo fue muy placentero somos muy afines en la manera de trabajar y pensar un montón de cosas, es un gran actor que tiene una sensibilidad profunda y sentido del humor. Sebastián no sólo tiene sentido del humor, es un capocómico, así que imagínate. Tiene un estilo propio muy inteligente y sensible. Son muy son diferentes y cada uno tiene lo suyo, pero en lo que se parecen y mucho es que son grandes artistas y compañeros que por suerte pudieron estar en la película.

—Desde 2013 no haces teatro…
—En realidad, en 2014, un año después de “Los locos Addams” fui mamá. Hacer teatro me ocuparía entre miércoles y domingo desde la seis de la tarde a la una de la madrugada, el horario en que uno quiere estar casa, un momento que es tan importante por la organización familiar. Tengo muchas ganas y seguramente el año que viene volveré. Estamos preparando una obra con Gloria Carrá, y si no es esa será otra, pero tengo ganas, lo estoy sintiendo en el cuerpo. Es un deseo que espero se cumpla que el año que viene.