Para la fiscalía a cargo de Martín Suárez, el ex jefe de la Policía provincial Hugo Tognoli, y el subjefe de Inteligencia en la ex Dirección de Drogas Peligrosas, José Luis Baella, tuvieron “una relación reñida con la ley”, en relación al delito por el cual se los juzga en un proceso oral y público que empezó este lunes en Santa Fe. 

En las audiencias que continuarán hasta mediados de octubre, desfilarán los testigos de la defensa, así como de fiscalía, para probar la inocencia o culpabilidad del ex jefe policial, y del subjefe de inteligencia José Luis Baella, el ex policía Mauricio Otaduy, el remisero Fernando Torres y de Daniel “Tuerto” Mendoza, quien producía y comercializaba cocaína en Colastiné.

Mendoza fue imputado por fabricar y comercializar cocaína en Colastiné,Torres por transportar esta droga desde su remís, Tognolli y Baella por presunto encubrimiento de la causa de Mendoza, y estos últimos, junto a Otaduy y Torres, por coacción agravada a Norma Castaño, para que retire su denuncia.

Sobre esta coacción, el fiscal Martín Suárez detalló que habrían montado un operativo para filmar un encuentro de Castaño dialogando con un narcotraficante, para extorsionarla y lograr que retire las denuncias.

Entre este lunes y el martes desfilaron efectivos policiales de Drogas Peligrosas, algunos de la Brigada de Operativos Departamentales, y otros de la sección de Inteligencia de la Zona Centro provincial. Hasta ahora las declaraciones no han aportado novedades, pero puede haber sorpresas.

La suma de los indicios en la causa de la ciudad de Santa Fe dan para la fiscalía probada su implicancia con el negocio de Mendoza, dado que incumplió la investigación a su causa cuando debió hacerlo como jefe de la policía provincial. Eso sumado a la causa que lo implica en Rosario, llevó a que los fiscales que lo acusan observaran que “no podía desconocer la coacción a Norma Castaño, ni la vinculación con Mendoza”.

Baella se encuentra complicado en su relación con Mendoza, ya que una investigación realizada por Inteligencia policial lo observa utilizando un celular que activó una antena en Colastiné, lugar donde fue encontrada la cocina de Mendoza.

De esta manera la hipótesis de la fiscalía es que “habría tenido una relación reñida con la ley”, y se deduce un probable negocio.

En el juicio está previsto que los testigos declaren todos los lunes y martes hasta mediados de octubre, cinco por la mañana y cinco por la tarde, aunque en los primeros dos días ya han declarado seis, y este martes habrá dos más. En total desfilarán 66 testigos por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe.