La fiscal Valeria Piazza Iglesias imputó de homicidio culposo al electricista Fernando Gabriel C., de 34 años, en la causa en la que se investiga la muerte por electrocución de un músico, en el bar Café de la Flor -hoy clausurado- de Mendoza al 800, informó un portavoz del Ministerio Público de la Acusación.

La acusación se funda en que la fiscal interpreta el accionar del imputado como una “violación de su deber de cuidado por haber desconectado el interruptor diferencial del tablero principal del Café de la Flor”, producto de lo cual se produjo la descarga eléctrica que terminó con la vida del músico Adrián Rodríguez, quien se encontraba brindando un show junto a su banda Raras Bestias.

El peritaje judicial había arrojado que la instalación eléctrica del lugar era muy deficiente e insegura, por lo que la fiscalía venía solicitando en varias oportunidades los datos de identidad del electricista a los responsables del Café de la Flor, quienes finalmente dijeron su nombre la semana pasada.

La imputación fue argumentada por Piazza Iglesias como "negligencia, impericia e inobservancia de los reglamentos y deberes a su cargo, entendido que el electricista, cuyos servicios fueron requeridos para realizar tareas de reparación y mantenimiento,  con sus conocimientos técnicos debía saber que un elemento de seguridad eléctrica como lo es un interruptor diferencial no debe estar desconectado, ya que implica un grave riesgo para la vida de las personas que puedan estar en contacto con cualquier parte del sistema eléctrico del lugar o elementos conectados al mismo".

El técnico compareció este martes a la audiencia imputativa, asistido por su abogada, Eleonora Verón, pero se abstuvo de declarar. En el marco de esta causa ya había sido imputado el dueño del local en octubre pasado, y en marzo de este año un inspector municipal que había tenido a su cargo una inspección sobre el café concert de calle Mendoza 862 antes del incidente fatal corrió la misma suerte.

Rodríguez era el bajista de la banda de rock Raras Bestias, y murió el 12 de octubre de 2015 al recibir una descarga eléctrica de un micrófono durante el recital.