La argentina Celeste Saulo, directora del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), será la primera mujer en dirigir la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la posición de mayor relevancia a nivel global en materia de tiempo, clima y agua, tras su elección en primera vuelta este jueves en Ginebra.

La científica argentina se convierte así en la primera mujer en la historia en ocupar la Secretaría General y también la primera persona latinoamericana, lo que ubica al país y a la región en un nuevo rol estratégico.

La candidatura de Saulo había sido impulsada por el Gobierno argentino en junio del año pasado.

"En estos tiempos en los que las desigualdades y el cambio climático son las mayores amenazas mundiales, la OMM debe contribuir a reforzar los servicios meteorológicos e hidrológicos para proteger a las poblaciones y sus economías, proporcionando servicios rápidos y eficaces, y sistemas de alerta temprana", dijo Saulo tras su elección, según la agencia de noticias AFP.

Saulo, de 59 años, dirige el SMN desde 2014 y asumirá sus funciones como secretaria general de la OMM el 1 de enero de 2024, reemplazando al finlandés Petteri Taalas, indicó la organización en un comunicado.

Este organismo dependiente de las Naciones Unidas tiene un rol clave en la vigilancia y anticipación de los efectos del cambio climático.

La funcionaria argentina obtuvo la mayoría de dos tercios requerida para ganar la elección, con 108 votos, frente a los candidatos de China, Suiza y Curazao que estaban en carrera para remplazar a Taalas, quien tras cumplir dos mandatos no podía volver a postularse.

Además de Saulo aspiraban al cargo la actual número dos de la OMM, la ruso-suiza Elena Elena Manaenkova; el número tres de la organización, el chino Zhang Wenjian; y el segundo vicepresidente Albert Martis, originario de Curazao.

Saulo, que se doctoró en Ciencias Meteorológicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1996, ocupaba ya el cargo de primera vicepresidenta de la OMM.

Durante su carrera científica se especializó en la predicción numérica del tiempo, las interacciones entre tierra y atmósfera, y el estudio de sistemas de precipitación intensa en la zona meridional de América del Sur, entre otros, según su biografía publicada en el sitio web de la OMM.

En los últimos años se dedicó a los problemas interdisciplinarios, incluyendo la producción de energía eólica, los servicios climáticos para aplicaciones agrícolas y los sistemas de alerta temprana.

En su candidatura, se describió como una "apasionada por la meteorología y la resolución de los desafíos globales asociados al cambio climático, los riesgos naturales y la creciente vulnerabilidad de los pueblos".

(Télam)