La 16º Marcha del Orgullo Rosario fue más allá de las expectativas que manejaba su organización. Esta vez, 50 mil personas participaron de la movilización desde la plaza Libertad hasta el Monumento.

“Estamos hartes, ¿vos no?”, fue la frase, grito, reclamo, que encabezó la Marcha. Le siguió el pedido de “Basta de travesticidios”, como si el tiempo, las 16 marchas, la lucha, no hubieran pasado. Porque ante todo, y contra las mismas expectativas, el odio y la muerte son los principales enemigos del Orgullo.   

Más de 40 organizaciones de la ciudad y el gran rosario y 12 carrozas recorrieron las calles de Rosario para finalizar con la lectura del documento unificado en el Parque Nacional a la Bandera.
 

Orgullo y hartazgo: una multitudinaria marcha unió la plaza Libertad con el Monumento

La jornada comenzó este sábado a las 13 en la plaza Libertad (Mitre y Pasco) con shows artísticos y una multitudinaria feria. La movilización arrancó cerca de las 17 y pasadas las 19 la columna de manifestantes seguía llegando al Monumento, donde se esperaba un show de La Lucero, Ayelen Beker y Chocolate Remix.

Orgullo y hartazgo: una multitudinaria marcha unió la plaza Libertad con el Monumento

La multitudinaria convocatoria, que se estima alrededor de las 50 mil personas, posiciona a la Marcha del Orgullo como la segunda más importante de la ciudad, después de la movilización de cada 24 de marzo. 

Orgullo y hartazgo: una multitudinaria marcha unió la plaza Libertad con el Monumento

La marcha del Orgullo fue mutando con los años. De ser un puñado de personas sosteniendo algunas banderas a ir creciendo de a cuadras, discusiones, derechos y conquistas, ataques de odio y muerte.  Sean cuántos sean, a la violencia se le respondió con brillo, música y amor. En los últimos años, el día de la Marcha es una jornada de lucha y alegría, copada por los más diversos cuerpos, besos, géneros y deseos. Pero también por todas las edades: es una apuesta también de las familias para que las infancias y adolescencias crezcan sin miedos ni prejuicios. 

Este 2022, la Coordinadora Orgullo, al frente de la organización de la marcha, elaboró un documento en el que prevalecen los reclamos y el hartazgo.  “Hartes de que nos maten, de violencia en escuelas a compañeres travestis/trans, de no tener ESI, de que no se garantice el Cupo Laboral Travesti Trans, de que las trabajadoras sexuales no tengan sus derechos laborales”, se lee. Además, se exigirá la reglamentación de la Ley de VIH, aprobada este año, y la Ley de Reparación Histórica Travesti Trans. 

Mucho para gritar y exigir

“Tenemos muchísimas expectativas, sobre todo a nivel político. Sabemos que estamos en una situación muy complicada en lo social, lo político, lo económico, el medio ambiente. No somos ni ajenas ni ajenos a lo que se vive en el mundo”, dijo Michelle Vargas Lobo, de Comunidad Travesti/Trans Rosario, a Rosarioplus.com. “Yo creo que la característica que tiene la marcha de este año es que la lectura del documento ha tomado otro formato más en tono de enojo y reclamo. Hay mucho para para gritarle y exigirle a la sociedad y a todo el sector político, que son quienes deben legislar y gobernar para toda la sociedad”. 

Si bien el año pasado se realizó la Marcha del Orgullo, la pospandemia comenzó a vivirse y entenderse en 2022. Así, la 16º Marcha transcurrirá sin barbijos, aislamientos, síntomas, medidas de cuidado extremas. Y es, también, la oportunidad para palpar lo que se construyó y rompió en los últimos años. “Creo que hemos podido transitar estos dos años de la mejor manera posible. Justamente por la organización y las redes que se han generado en cuanto a lo que es materia de diversidad, organización y militancia. Toda esa red nos ha servido para poder sostener, contener, acompañar y transitar juntes desde todas las maneras posibles esta pandemia. Nos hemos tenido que reencontrar más, afianzar más los lazos y los vínculos y así llegamos acá, con un montón de preocupación por la ausencia de derechos básicos que todavía siguen faltando”, destacó Vargas Lobo. “El reclamo es por esos derechos. Pero también entendiendo el contexto histórico político en el que estamos, donde hay una avanzada de los discursos de odio hacia toda la población LGBT, hacia todo lo que tenga que ver con lo popular y con la ampliación de derechos”. 

La activista también remarcó las dificultades de estos últimos años para articular con los diferentes niveles del Estado estrategias políticas, acompañamientos, soluciones. “Este gobierno ha tenido una distancia notable con las organizaciones. No hemos tenido respuesta para muchos reclamos que hicimos a los diferentes niveles del Estado. La situación en la que estamos tiene responsables: la sociedad en su conjunto y el sector político, los funcionarios y legisladores de los distintos niveles de gobierno”. 

Un promedio de vida de 40 años

El reclamo contra los travesticidios se repite todos los años. Es una consigna que no puede bajarse porque sigue sucediendo: las personas travestis y trans se siguen muriendo por crímenes de odio o por la inacción del Estado. El promedio de vida sigue siendo de 40 años. Frente a eso, no hay leyes ni uso de lenguaje inclusivo que valga. “Si estas políticas públicas, que son pensadas para mejorar la calidad de vida y superar el promedio de vida de las personas travestis trans, no se ejecutan y no tienen el rol que deberían tener, nuestro promedio de vida seguirá siendo penoso”, subrayó Vargas Lobo. Y concluyó: “Pasamos dos años de una pandemia. Pero para nosotras, las travestis, fue toda la vida así. Históricamente vivimos en pandemia, porque siempre fuimos excluidas. Tuvimos los recursos acotados, tuvimos que estar encerradas, nuestra vida realmente ha sido un exterminio”.