Un total de 25 femicidios, entre ellos un transfemicidio, fueron registrados durante enero en Argentina, según un informe del Observatorio Lucía Pérez que, además, reveló que 17 hijos e hijas se quedaron sin madre como consecuencia de los crímenes.

El Observatorio, que lleva el nombre de la joven de 16 años presuntamente asesinada en octubre del 2016 y por cuya muerte comenzó este martes su segundo juicio oral en Mar del Plata, contabilizó un crimen motivado por el género cada 29 horas durante el mes de enero.

Si bien las cifras oficiales son elaboradas por la Corte Suprema de la Nación -que todavía resta informar los números definitivos del 2022-, distintas organizaciones de la sociedad civil, en este caso el Observatorio Lucía Pérez, tienen sus propias estadísticas actualizadas mes por mes, las cuales realizan con criterios propios y, por ese motivo, difieren en la cantidad de víctimas.

La entidad, que también monitorea los hechos de "violencia patriarcal" ocurridos en el país, indicó que hubo 27 tentativas de femicidios y 23 marchas “contra la violencia patriarcal” en los primeros 31 días del año.

Según el informe, cinco de los femicidas se suicidaron, mientras que dos de ellos tenían denuncias previas. Se contabilizó un único transfemicidio en enero, el cual tuvo como víctima a Sofía Agustina Bravo (26) en la localidad cordobesa de La Carlota.

El Observatorio Lucía Pérez, creado por la cooperativa Lavaca, comenzó a hacer públicos sus registros desde el 2020 y cuenta con la particularidad de exhibir sus datos mediante un padrón abierto, el cual se actualiza minuto a minuto con los nombres de las víctimas, a partir de un control diario de medios nacionales y locales.

Allí, se incluye el lugar donde sucedió el hecho, el fiscal a cargo de la causa, la carátula con la que fue denominada el suceso, si la victima realizó denuncias previas, la cantidad de hijos de la víctima, entre otros datos.

Tres días de terror

Durante el 20 y 23 de enero se dio una seguidilla de casos de terror: en 72 horas cinco mujeres fueron asesinadas en las provincias de Buenos Aires, Mendoza y Tucumán.

El primero de los episodios ocurrió el 20, en una vivienda de la localidad bonaerense de San Antonio de Areco. Franco Magdalena (55) asesinó su esposa Elizabeth Sosa de un escopetazo y, tras el femicidio, se suicidó.

El segundo hecho se conoció al día siguiente en la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, cuando el albañil Juan Darío Sanabria Báez (36) se dirigió a la sede de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno para denunciar que su esposa, Nilda Rosa González, había sido secuestrada.

Sin embargo, el albañil se quebró y confesó que había asesinado a González de varias puñaladas para luego descuartizarla y esconder parte de sus restos en un campo cerca de la ruta 24.

El tercer femicidio ocurrió durante la madrugada del domingo 22 en la ciudad bonaerense de Lisandro Olmos, partido de La Plata, donde Camila Mendoza (26) fue asesinada a golpes en el interior de una casa quinta.

Según indicaron las fuentes, Mendoza fue hallada "sin vida, con el torso desnudo y el cuerpo con sangre" y por el hecho fue detenido Juan Carlos Segovia (46), alias "Chino", quien era pareja de la mujer de 26 años y un amigo suyo, identificado como Federico Retamozo (32), quien, de acuerdo a los investigadores, también "agredió a la mujer mientras su esposo la golpeaba y arrastraba".

Ese mismo día, pero por la tarde, Rosa Alejandra Celiz fue asesinada a hachazos en la puerta de su domicilio de la localidad tucumana de Estación Aráoz y como acusado del femicidio fue detenido su esposo, Raúl Eduardo Albarracín (68), informaron fuentes judiciales.

Según las fuentes, el hombre admitió haberla lesionado con un hacha y fue aprehendido sin ofrecer resistencia. "Lo hecho, hecho está", fue lo que dijo Albarracín al momento de entregarse a los agentes policialesl.

Por último, la madrugada del 23 de enero, en la localidad mendocina de Guaymallén, Jésica Olguín fue hallada asesinada "en el interior de una habitación, atada de pies y manos, boca abajo y con evidentes signos de ahorcamiento", según informó el Ministerio de Seguridad provincial.

Por ese hecho, fue detenido su exesposo, Juan Manuel Tarres (47), quien fue aprehendido luego de ingerir somníferos y acostarse a dormir en una cama de la casa de su tía, a quien le confesó el crimen.