Comenzó el juicio en el cual el fiscal Gastón Ávila reclamó la prisión perpetua para Eduardo Acosta, quien en 2018 mató a Ricardo Martín Gallozo en lo que se hipotetiza fue un crimen en medio de un juego sexual, donde además le habría robado pertenencias.

El Tribunal está integrado por los Jueces de Primera Instancia Trinidad Chiabrera, Gonzalo López Quintana y Facundo Becerra.

 El 28 de noviembre de ese año ambos ingresaron a la vivienda de Gallozo en Pueyrredon al 4000, aunque él le pidió que lo dejara solo porque se iba a encontrar con un amigo. Y cuando el amigo arribó a la vivienda cerca de la medianoche, se encontró con que el hombre estaba sin vida, maniatado de pies y manos y con cintas adhesivas en el rostro.

Según la hipótesis del caso, las ataduras fueron realizadas por Acosta quien luego se retiró del lugar llevándose la mochila con una notebook, teléfono celular, billetera con documentación y dinero, llaves de la moto y de la casa de la víctima.

Por esta situación, Ávila acusó a Acosta por el delito de homicidio calificado por alevosía y criminis causae (matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad), en concurso real con robo en calidad de autor.

Sin embargo la defensa de Acosta, a cargo de María Celia Pasquali del Servicio Público de la Defensa provincial, alegó que "buscan hacer pasar a Acosta como un ser perverso y calculador, cuando ellos buscaban juntos el placer de un modo que puede ser considerado poco convencional pero no prohibido, en un juego sexual consentido que tuvo consecuencias que al momento del goce no fueron advertidas" por su defendido.

La defensora aseguró que cuando se dio cuenta de lo sucedido el temor lo hizo irse, llevándose una mochila del lugar para guardar sus pertenencias y "no hubo conducta homicida" por lo que pidió su "absolución".