A menos de un año para la realización de la Copa del Mundo en Qatar, autoridades de ese país asiático condenaron a una mujer mexicana que padeció abuso sexual mientras trabajaba precisamente como parte del Comité Organizador del Mundial. Y a pesar de haber sido víctima, la justicia local entiende que le fue infiel a su abusador y podría condenarla a recibir 100 latigazos y 7 años de cárcel. En México el gobierno anunció que asumirá su defensa.

Paola Schietekat es una economista mexicana de 27 años. El 6 de junio del año pasado se encontraba en su departamento en Doha, lugar donde laboraba como economista conductual. Un hombre originario de Colombia -al que dice haber conocido anteriormente- irrumpió en el inmueble donde se hospedaba en la noche del 6 de junio de 2021.

Luego de unos breves forcejeos, Paola terminó en el piso, pues recuerda que la fuerza de su agresor sobrepasaba la suya. Después de un par de horas, se percató que tenía lesiones en varias partes de su cuerpo: moretones en el brazo izquierdo, el hombro y la espalda.

De manera inmediata le contó lo sucedido a su madre y a un colega del trabajo. Decidida, Paola se tomó fotografías de sus lesiones para documentar la agresión, con la intención de presentar una denuncia y que hubiera consecuencias al respecto.

Consternada por el episodio que acababa de vivir, Paola decidió pasar esa noche en un hotel, en caso de que su agresor volviera a buscarla.

Al día siguiente, obtuvo un certificado médico y se presentó con la policía en compañía del cónsul de México en Qatar, Luis Ancona. A pesar de que su conocimiento del árabe era limitado, relató lo que sucedió en la noche del 6 de julio.

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Gracias al Supreme Committee y a Humans Right Watch, la internacionalista pudo salir del país y regresar a México el 26 de junio de 2021. En cuanto a su caso, fue referido a la corte criminal. Cuando Paola recibió el expediente, se percató de que su agresor había sido absuelto del cargo de agresión, ya que “no había cámaras que apuntaran directamente a la puerta del departamento, así que no había forma de constatar que la agresión sucedió”. Para no ir presa, tuvo que entregar su teléfono desbloqueado a las autoridades qataríes.

Sin embargo, los cargos en su contra por tener una supuesta relación fuera del matrimonio no se habían retirado, por lo que se le impidió volver a Qatar. Su abogada y la representación legal de ambas partes le ofrecieron una solución para que cerrara el caso de una vez por todas: casarse con su agresor.

Paola apunta en el mismo documento en el que explicó su situación (al que tituló “Un mundo que parece odiar a las mujeres”), que el Servicio Exterior Mexicano no aplicó en ningún momento un protocolo de protección a víctimas de violencia con perspectiva de género, a pesar de que la ONU Mujeres y la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de México desarrollaron en 2018 el “Protocolo de atención consular para personas víctimas de violencias basada en el género”.

Asimismo, la Embajada de México en Qatar tuvo conocimiento del caso desde el 7 de junio de 2021, ya que la madre de Paola envió un correo electrónico para notificarles sobre la situación de su hija.

Según un comunicado emitido por la SRE, Paola “estaba consciente” de las posibles implicaciones que conllevaría si su agresor argumentaba una “convivencia fuera del matrimonio” para atenuar la denuncia, lo que contradice la versión de Schietekat, pues el cónsul no asesoró a Paola de cómo su denuncia podría ser usada en su contra.

Además, en dicho documento se lee que Paola hablaba árabe fluido, otro de los puntos que no coincide con las declaraciones de Paola, quien señaló la “nula participación de la Embajada” para actuar en su defensa.

El 8 de junio de 2021, se le ofreció asesoría legal gratuita por parte de dos abogadas y Paola contrató los servicios de una de ellas. El 11 de diciembre, su abogada le notificó a su clienta que la Fiscalía la encontró “culpable” del delito de Zina, según la evidencia encontrada en los teléfonos celulares de las partes implicadas.

A principios de enero 2022, la abogada de Paola le informó que la primera audiencia se llevaría a cabo el 24 de enero. Para el 9 de febrero de 2022, a fin de evitar la ejecución de las sentencias, la abogada ratificó a la Embajada que los equipos defensores de ambos coacusados acordaron presentar un acta de matrimonio legalizada en la audiencia final, que estaba programada para el 14 de febrero.

Sin embargo, la audiencia fue aplazada al domingo 6 de marzo de 2022, ya que ni los coacusados ni sus abogados comparecieron ante la Corte por encontrarse fuera de Qatar; ese día se dictará la sentencia acordada en contra de Paola.

En tanto, el pasado viernes 18 de febrero, Paola se reunió con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para negociar una intervención diplomática y que Paola pueda volver a Doha.

Por su parte, el canciller mexicano informó que el Consultor Jurídico de la SRE se haría cargo de la defensa de Paola y de que sus derechos como ciudadana mexicana sean respetados.

Tras la reunión, Paola Schietekat mencionó que no solamente era un logro para la resolución de su caso, sino también para el fortalecimiento de la SRE. “Presionar cuando se deba presionar es fundamental para el funcionamiento de la democracia”, apuntó.

En tanto, Paola no descarta volver a Qatar.

(fuente La República / Infobae)