La fiscal del juicio seguido a un hombre acusado de mantener cautiva, sometida a servidumbre y abusar de su pareja durante 23 años, elevó este miércoles el pedido de pena de 18 a 26 años al solicitar en su alegato final una recalificación de los delitos atribuidos al imputado.

La fiscal de la ciudad santafesina de Rosario, Luciana Vallarela, pidió al tribunal integrado por los jueces Nicolás Vico Gimena, Rafael Coria y Nicolás Foppiani una pena de 26 años para Oscar Alberto Racco (59), un mecánico acusado de mantener secuestrada a su pareja durante más dos décadas.

Al comienzo del juicio, la semana pasada, la representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) había solicitado una pena de 18 años para el acusado por los delitos de privación ilegítima de la libertad en concurso ideal sometimiento a servidumbre y en concurso real con abuso sexual.

Pero en el alegato final, que brindó este miércoles, la fiscal entendió que, al aparecer, durante el debate surgieron "nuevos elementos" que hacen necesario recalificar los delitos adjudicados a Racco.

Particularmente, la fiscal hizo hincapié en el testimonio de la víctima, M.E (44), quien declaró que el hombre la apuntaba con un arma para someterla sexualmente, lo que consideró un agravante.

El acusado está detenido desde mayo de 2019 cuando la mujer logró escapar de la casa en la que estuvo secuestrada durante 23 años y con ayuda familiar denunció sus padecimientos.

De acuerdo a la investigación, la pareja comenzó su relación en diciembre de 1995, cuando la mujer tenía 19 años y el ahora acusado 36.

En ese momento se produjo un primer episodio de violencia cuando el hombre golpeó a la mujer delante de su familia, que denunció el hecho.

Luego la llevó a vivir con él y la mantuvo separada de su familia con extorsiones para que los padres de la mujer levantaran la denuncia.

Según la investigación de la fiscal Vallarela, durante el primer año de relación el mecánico tuvo atada a la mujer con una cadena a una cama y la encerró en un altillo.

Voceros del caso dijeron que la mujer declaró que durante años vivió "aterrorizada" por las amenazas del hombre y la violencia física, psicológica y económica que sufría, además de otros sometimientos que le impidieron liberarse del cautiverio.

En la zona donde vivieron, la mujer era conocida con otro nombre que el hombre le había puesto, suprimiendo su verdadera identidad, agregaron las fuentes.

Explicaron que la mujer no podía salir sola de su domicilio y que cuando sacaba los residuos él la acompañaba.

El 8 de mayo de 2019 ambos estaban en la vereda cuando el hombre se descompuso y debió entrar a la casa, obligándola a M.E. a hacerlo también, pero esa vez no cerró con candado.

La mujer buscó dinero en la vivienda mientras su secuestrador estaba en el baño y escapó corriendo, para luego tomar a un taxi hasta una estación de servicios y comunicarse con un familiar.

Luego realizó la denuncia que derivó en el juicio oral iniciado la semana pasada, y que culminará con la sentencia del tribual, establecida para el próximo viernes a las 11 en el Centro de Justicia Penal de Rosario.