Este miércoles se cumplen dos años de la muerte de Verónica Soulé producto de la gravedad de quemaduras en su cuerpo, internada en el Hospital Provincial de Rosario tras casi una semana de agonía. Su agresor, imputado por la causa aun no fue juzgado, y sus dos hijos desde entonces no volvieron a ver a la familia de Verónica, a cargo de los abuelos paternos.

Verónica tenía 31 años y era oriunda de Pueblo Casas, una pequeña localidad situada sobre la ruta nacional 34, en el centro oeste de la provincia, en el departamento San Martín. Fue prendida fuego el 17 de marzo de 2020 por Lisandro Cabral, padre de sus dos hijos. Su femicidio se investiga en una fiscalía de Santa Fe, y el juicio iba a comenzar el 28 de marzo pero fue cancelado, según refiere la familia.

En un primer momento tomó intervención en la causa la Fiscalía de San Jorge, la más cercana a la localidad de Casas. Y por la gravedad de las heridas se trasladó a Verónica de urgencia a Rosario. Tenía el 88% de su cuerpo quemado. Y a pesar de las evidencias la ex pareja no fue detenida en el momento. “Insistimos mucho durante meses porque no avanzaban en detener al femicida”, precisaron desde Mumalá, y a los cuatro meses lo detienen y trasladaron la causa a la fiscalía de género de Santa Fe a cargo de Alejandra del Río.

Graciela Ríos es la madre de Verónica, y en diálogo con Rosarioplus.com relató el drama que vive desde su muerte: “Cuando la llevé herida a atenderse primero en Venado Tuerto ella me decía que su miedo era que él le saque a los chicos, y es lo que terminó pasando. Ella se nos murió y no nos dejan verlos desde entonces, porque él nos amenazó que si reclamábamos justicia por Vero, no nos los iba a dejar ver. Aunque fue preso al poco tiempo, sus padres tampoco nos dejaron”.

Los chicos que nunca volvieron 

Con voz quebrada, Graciela aseguró que elevó un pedido a la Fiscalía de San Jorge, donde el juez a cargo consiguió que al menos llevaran a los chicos el 25 de diciembre por dos horas para celebrar la Navidad. “Los esperé pensando que venían y nunca los trajeron”.

En la querella su representante legal le dijo a Graciela que hay que reclamar visitas y tenencia en la Dirección de Niñez, pero ella recordó: “Cuando vinimos a Niñez de Rosario nos dijeron que debía reclamar en Santa Fe, y allá que era en Rosario. Pasaron dos años y yo no sé ya como hacer para que nos dejen verlos. Ellos antes venían todos los días a jugar porque vivíamos a una cuadra, y ahora los aislaron de sus tías y de mí”.

Ante la desesperación de la injusticia por no haber visto más a los hijos de Verónica y por avances en la  causa, movimientos feministas, familiares y vecinos realizarán un acto este miércoles a las 17.30 frente a su vivienda en Casas, para reclamar juicio, condena a perpetua al agresor, y la re vinculación de sus hijos con su abuela materna Graciela, así como acompañamiento psicológico y patrocinio jurídico gratuito para ella.

Desde Mumalá, María José Zocchi precisó: “Recordamos a Vero plasmando su hermoso rostro en un mural basado en un dibujo que está realizando la artista plástica Lidia Jalife, oriunda de San Cristóbal, junto a las compañeras de Mumala, para que nunca ninguna mujer más sea víctima de violencia”.