Los jueces de Primera Instancia Nicolás Vico Gimena, Rodolfo Zvala e Ismael Manfrin condenaron a Serio Savala a prisión perpetua por el abuso sexual seguido de muerte de Guadalupe Medina, una niña de 12 años que fue encontrada 25 de mayo de 2016 en un terreno descampado de la Villa Banana, a la altura de calle Lima al 2600.

El fiscal Alejandro Ferlazzo de la Unidad de Homicidios Dolosos le atribuyó los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con homicidio agravado por haber sido cometido respecto de una mujer mediando violencia de género en calidad de autor y/o abuso sexual seguido de muerte por asfixia en el interior de una casilla abandonada.

El caso que cinco años y medio después llega a juicio, tenía a miembros de la banda de un delincuente apodado El Pandu como implicados, pero un giro de la querella en 2018 dio con el verdadero autor, quien cometió otro abuso sexual y ahorcamiento de otra joven –la cual sobrevivió al hecho- pocos meses después del asesinato de Guadalupe, y a solo siete cuadras de aquel descampado. 

Las pericias de ADN sobre el hombre, que ya se encuentra en prisión por aquel otro caso, dieron total compatibilidad, siendo por esto, sumado a la perspectiva de género que se incorporó al caso –por tratarse de una mujer menor condiciones de extrema vulnerabilidad social- que la Fiscalía había pedido la condena a cadena perpetua al comienzo del juicio el 24 de noviembre pasado.