El Teléfono Verde de Rosario recibe cada vez más consultas por casos de violencia obstétrica. Marina Alonso, al frente del dispositivo, explicó a este medio que si bien los llamados son pocos, menos de diez en el último año,  van aumentando lentamente, con un pico de consultas en 2020, durante la cuarentena por Covid. “La herramienta se usa cada vez más. Las personas gestantes están comenzando a llamar por violencia obstétrica. Para nosotras es muy importante, porque se trata de un dispositivo de atención de distintas modalidades de violencia de género. Vemos que las mujeres empiezan a reconocer esta violencia como tal”, dijo la funcionaria.  

La Semana del Parto Respetado comienza este domingo en todo el mundo. Como cada año, se trata de una serie de días para concientizar sobre los derechos que se ponen en juego durante el embarazo, el parto y el posparto tanto para la persona gestante como para el bebé. La contracara de esos derechos es la violencia obstétrica, uno de los tipos de violencia de género más invisibilizados y naturalizados. 

El Teléfono Verde funciona en Rosario desde 1996 como un dispositivo de escucha telefónica de asesoramiento, atención y contención a víctimas de violencia de género, la obstétrica entre ellas. “No hay muchos casos que ingresen a las consultas telefónicas. Esto da cuenta de que es una violencia totalmente invisibilizada y naturalizada. Pero la herramienta se usa cada vez más, vemos cómo crecen los llamados año tras año”, explicó Mariana Alonso, a cargo del dispositivo desde hace cuatro años. 

Alonso explicó que la tendencia se modificó por un momento en 2020. El aislamiento por la pandemia del coronavirus llevó a que, durante unos cuatro o cinco meses, entren unos dos llamados por semana.  “Las mujeres nos llamaban buscando asesoramiento por una percepción de vulneración de derechos con respecto al parto respetado. Hubo muchas consultas sobre el acompañamiento, porque se lo negaba o se obligaba a un test compulsivo de Covid a la persona que iba a acompañar. En ese momento ni las obras sociales cubrían el test, que era muy costoso”, explicó Alonso. 

El 54% de los nacimientos en la salud privada en 2020 fue por cesárea

Terminado el confinamiento, la estadística volvió a su forma: llamados esporádicos y una curva que crece lentamente. Pero las inquietudes ya se habían instalado entre las trabajadoras del teléfono verde y con ello, la búsqueda por más herramientas para el asesoramiento y contención en estos casos. En la Semana del Parto Respetado de 2022, el personal recibió una capacitación sobre violencia obstétrica. “Logramos una mayor articulación entre los distintos organismos para cuando nos llegara alguna solicitud de asesoramiento y atención en violencia obstétrica, que se trata no sólo de una violencia invisibilizada sino también poco desarrollada en cuanto al procedimiento para poder restituir los derechos vulnerados”, puntualizó la funcionaria.

Una huella que persiste

Las personas que se comunicaron con el Teléfono Verde por esta situación sufrieron violencia tanto en el sistema de salúd público como en el privado. Son personas gestantes de todas las clases sociales, todas las edades, bien y mal informadas. “Las personas que han llamado no padecen esta violencia en el acto. Hablan dos, tres meses después de parir, incluso un año más tarde. Queda una huella. Es un sufrimiento que la mujer percibe y padece. El hecho traumático puede darse tanto en el embarazo como en el parto o post parto. Y lo primero que necesita quien lo padece es contención. No ofrecerla ya es violar la ley de parto respetado y una forma de violencia obstétrica”, explicó Alonso. 

“En este caso, además, la persona gestante es la única que lo puede decir. Es un llamado en primera persona, con el recuerdo de un padecimiento, de un trauma que ha tenido, que quiere en algún momento encauzar para que esos derechos vulnerados sean restituidos. Y para eso, en primer lugar, necesita mucha escucha”, profundizó. Y concluyó: “La mujer que ha sentido vulnerado sus derechos tiene la posibilidad de de ser asistida, contenida y asesorada por el Teléfono Verde”. 

Sobre el teléfono verde

El Teléfono Verde es una línea atendida por psicólogas, trabajadoras sociales y abogadas especializadas. Es un espacio de escucha, orientación y contención, que da lugar a una primera evaluación de la situación planteada y sus posibles riesgos.

El equipo ofrece asesoramiento jurídico y psico-social, atención integral de la salud de las víctimas, acompañamiento profesional en las distintas etapas legales en caso de realizar una denuncia, trabajo coordinado con la policía y la Guardia Urbana Municipal.

Las víctimas pueden comunicarse al 0800 444 0420, todos los días del año, durante las 24 hs. Si no podés hablar, se puede escribir al 3415781509. En caso de emergencias, llamá al 911.

El respeto hecho ley

En Argentina, el Parto Respetado es más que una consigna. Desde 2004 tiene poder de Ley y establece el derecho de las mujeres y personas gestantes a, nada más y nada menos, que recibir un trato respetuoso y digno durante el embarazo, el parto y el posparto, promoviendo la atención integral de la salud materna y neonatal. 

La ley es una herramienta fundamental para garantizar el derecho a tomar decisiones informadas sobre el cuidado de su salud durante el proceso de parto, y para prevenir prácticas médicas que constituyan violencia obstétrica. Reconoce el derecho a ser informada sobre las diferentes alternativas de atención del parto, incluyendo la posibilidad de elegir un parto sin intervenciones innecesarias. Además, establece el derecho de las mujeres a tener un acompañante de su elección durante todo el trabajo de parto, el parto y el postparto. 

La ley también prohíbe prácticas médicas como la negación de la atención del parto por motivos de raza, religión, orientación sexual o identidad de género, y la realización de procedimientos invasivos o dolorosos sin el consentimiento informado de la mujer. 

Además de garantizar los derechos de las mujeres durante el parto, la Ley de Parto Humanizado establece normas para la atención de recién nacidos, como la promoción de la lactancia materna y el respeto por el vínculo afectivo entre madre e hijo o hija, medidas que pueden mejorar los resultados para la salud neonatal y fortalecer el vínculo entre madre e hijo.