La seca se llevó puestas las proyecciones para la campaña de soja y maíz y redujo los cálculos de ambas cosechas. Temperaturas extremas, baja humedad relativa, días de vientos continuos, una humedad relativa baja y una radiación con valores extremos son algunas de las variables que se han alineado para poner a los cultivos contra las cuerdas.

Así lo indica el informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). "El resultado de todo esto es que respecto a lo que se esperaba en diciembre, un escenario que con cierta normalidad hacía posible alcanzar 56 millones de toneladas (Mt), la primera estimación maicera para argentina es de 48. También caen las posibilidades productivas de la oleaginosa: de 45 Mt ahora se proyectan 40 Mt.

En 2022 sigue sin lluvias importantes. Ya van casi 30 días sin milímetros significativos que den auxilio y para colmo las dos olas de calor de fines de año y de esta semana pegan fuerte en los cultivos. 

La condición de la soja va de buena a mala, como se observa en muchas zonas del centro este de Buenos Aires, sur y centro de Santa Fe, Entre Ríos y centro y norte cordobés. Es alta la preocupación por lo que puede pasar en las próximas semanas. De darse un importante cambio pluvial durante los próximos dos meses sería posible alcanzar mejores productividades y revertir el sombrío panorama que hoy envuelve al ciclo 2021/22.

Se descartan los escenarios de alta productividad que hasta hace poco hacían posible pensar en una campaña de 48 Mt, más bien se trabaja ahora con una proyección de 40 Mt.