En las últimas semana profesionales y demás integrantes de los equipos de salud del sector público y privado realizaron manifestaciones para visibilizar los episodios de violencia física que sufren en su lugar de trabajo. El incremento de dichos hechos en el ámbito de la salud pública santafesina preocupa no sólo a los trabajadores sino también a funcionarios.

Este jueves informaron desde la sede santafesina del Sindicato de Médicos de la República Argentina (AMRA) que pronto serán recibidos, junto a demás referentes sindicales, por el ministro de Seguridad Marcelo Sain. 

La reunión se dará en un contexto complejo atravesado por el recrudecimiento de la violencia que sufre el personal y que tuvo su punto más álgido la semana pasada en el Hospital Roque Sáenz Peña, donde dos médicas de guardia fueron agredidas por una paciente.

Desde Amra piden “que se garantice la seguridad en los efectores de salud provinciales, municipales y privados”. Lo que preocupa no son solamente las agresiones físicas sino también las amenazas, intimidaciones, insultos y otros tipos de violencia. 

Esta semana representantes del Colegio de Médicos, de la Asociación Médica Rosario y un grupo de legisladores provinciales se reunieron para reflotar un proyecto que penaliza la agresión a trabajadores de la salud y que perdió estado parlamentario.

"Necesitamos respuestas concretas por parte de las autoridades, por tal motivo elevaremos al Ministro y a toda la cúpula de dicha cartera, una serie de puntos concretos y que a nuestro entender podría contribuir a una mejora en estos momentos tan difíciles que están padeciendo los integrantes de la comunidad hospitalaria" expresaron desde la entidad gremial a través de un comunicado.

Se reunirán con el titular de la cartera de Seguridad la próxima semana, fecha y lugar a confirmar, y le presentarán una lista con los pedidos más urgentes. Entre ellos se destaca la necesidad de contar con personal policial las 24 horas, no sólo en los lugares de trabajo sino también en los corredores y pasillos de los hospitales.

Además, proponen reveer las paradas de transporte público en las inmediaciones de los efectores, la aplicación de botones antipánico con conexión directa al 911, el cierre transitorio de la guardia ante episodios de riesgo y revisión de los horarios de los Centros de Salud de Atención Primaria.