Un tiroteo en el frente de una vivienda de Villa Gobernador Gálvez reveló la existencia de un bunker de venta de drogas. El dueño de casa confesó sin demasiados complejos que se dedicaba a la venta de estupefacientes ante los efectivos de la policía provincial, quienes convocaron a las fuerzas federales, que no quisieron hacerse cargo de la situación. El curioso hecho se registró este viernes por la noche y, finalmente, la Policía de Investigaciones tomó el caso.

Todo comenzó cerca de la medianoche de este viernes, cuando personal del Comando Radioeléctrico respondió al llamado de una mujer que denunció que le habían baleado el frente de su vivienda, en San Juan al 1900 de la vecina localidad.

Para sorpresa de los uniformados, al ingresar a la casa baleada se encontraron con un hombre de unos 45 años que, sin complejos, confesó que a raíz de no tener trabajo, se dedicaba a la venta de drogas. Y para que no dudaran de la veracidad de su testimonio, colocó arriba de la mesa nueve envoltorios con una sustancia similar a la cocaína, según cuenta la versión que la Unidad Regional II de policía divulgó en los medios.

El dueño de casa entregó también su revólver calibre 38 con el que, también confesó, repelió el ataque a balazos contra el frente de su vivienda. Ante tamaña muestra de honestidad brutal, los uniformados procedieron a dar aviso a la Fiscalía de Flagrancia, desde donde ordenaron comunicar la curiosa situación a la Justicia Federal y, de no interesarle a ésta, a Gendarmería Nacional.

La fuerza federal arribó a la vivienda dos horas después, alrededor de las dos de la fría madrugada de este sábado. Los gendarmes, según reza el parte policial, “consultaron con sus superiores, no se hicieron cargo del caso y se retiraron del lugar”.

Finalmente, se convocó a la Brigada Anti Narcóticos de la Policía de Investigaciones, quienes ordenaron que se trasladara a los detenidos y el secuestro a esa dependencia. Del lugar también se procedió al secuestro de una balanza de precisión y tres teléfonos celulares.