Los integrantes de la banda de Los Monos, Ariel Máximo "Guille" Cantero y Emanuel "Ema" Chamorro, fueron trasladados este miércoles por la madrugada a prisiones federales por pedido del Tribunal Federal 3 de Rosario.

El hijo de Ariel "Viejo" Cantero, que debe cumplir con una sentencia de 22 años por ser considerado el autor penalmente responsable de asociación ilícita agravada y cohecho activo y autor de un homicidio agravado por uso de arma de fuego, deberá transitar su condena en la cárcel federal de Chaco.

Por su parte, Chamorro fue trasladado a la prisión federal de Rawson, Chubut. Deberá estar tras las rejas por 12 años, ya que fue considerado un miembro fundamental de la banda cuyo juicio concluyó hace unas semanas.

Los investigadores de los ataques a balazos contra ex domicilios de uno de los jueces que condenó a la banda relacionan estos atentados con el traslado de Cantero y Chamorro, algo que estos convictos no deseaban.

En enero de 2016, Chamorro había sido enviado a la Unidad Penitenciaria n° 9 de Neuquén, donde un mes después fue apuñalado en una pelea entre internos. En tanto, Cantero había sido encerrado en la Unidad 6 de Chubut, y desde allá pidió volver a un presidio más cerca de su familia.

Unos meses después, los cabecillas de Los Monos fueron trasladados de regreso a la cárcel de Coronda, luego de su estadía en los distintos penales del sur argentino. Tanto el juez de sentencia, Edgardo Fertitta, quien investiga a ambos detenidos por asociación ilícita, como el magistrado federal Marcelo Bailaque, a cargo de la causa que marca a ambos como líderes de una banda narcotraficante, autorizaron el traslado de los detenidos. 

En marzo, la fiscal Adriana Saccone, a cargo de la Fiscalía Federal n°3 de Rosario, y Diego Iglesias, fiscal federal a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), solicitaron al Juzgado Federal n°4 la elevación a juicio de 32 integrantes de la banda narcocriminal conocida como "Los Monos", entre quienes se encuentran sus presuntos líderes, Ariel "Guille" Cantero y Jorge Emanuel Chamorro.

De acuerdo con la investigación, ambos imputados continuaron digitando el funcionamiento de la empresa criminal incluso después de haberse producido su detención y alojamiento en la Unidad Penitenciaria de Piñero, en la provincia de Santa Fe, donde  se encontraban a disposición de la justicia provincial. A tal fin, impartían directivas que eran ejecutadas por sus respectivas parejas, Vanesa Barrios y Jesica Lloan, quienes de este modo se ubicaban en las líneas superiores de la organización.