Uber, la plataforma móvil que permite solicitar un vehículo para transportarse de una manera similar a un transporte público, desató la ira de los taxistas, quienes ven amenazada su actividad y se oponen radicalmente a que la Municipalidad le dé avales para que comience a desarrollarse. “Es la gran remisería ilegal pero hecha con una aplicación”, dijo José Iantosca, dirigente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar).

Las diferencias con los taxis son muchas, pero lo que más disgusta a los choferes de taxis es que no tributan al Estado ningún concepto, lo que eleva los márgenes de ganancia y puede disponer de una tarifa más baja (cerca del 30 por ciento). “No tributan nada, ni al municipio, ni por el trabajador, y nosotros pagamos hasta ingresos brutos. Precarizan y flexibilizan el trabajo porque con esto no hay relación laboral”, se quejó Iantosca en diálogo con Rosarioplus.com.

 Los dirigentes de los taxis aclaran que al haber más cantidad de vehículos de transporte disponible, la merma de la actividad será significativa, y lo comparan con la situación de remises “truchos” que no tiene habilitación municipal. “Nos vienen  a robar el mercado. ¿Cuál es la diferencia con un remis trucho? Ninguna, sólo que tienen una aplicación”, afirmó.

El municipio a través de la Secretaría de Transporte y Movilidad es la encargada de regular la actividad, por eso se espera una postura pública al respecto ante la inminencia del desembarco de Uber. “Esto en un mes está funcionando, por eso pedimos que la municipalidad sea concreto y se ponga activa para controlar la ilegalidad”, finalizó.