El agente de turismo acusado de estafar a decenas de rosarinos con viajes a Disney World, Luis Rodolfo "Lucho" Paladini, se entregó poco después del mediodía de este miércoles en la sede local del Ministerio Público de la Acusación, de calle Montevideo al 1900, a donde llegó junto a su abogado defensor José Nanni. Al mismo tiempo, el fiscal general Patricio Serjal definió apartar del caso al fiscal Adrian Mac Cormack, de la unidad de Delitos Económicos, a pedido de la defensa.

La presentación era inminente, luego de que el fiscal de la Unidad de Delitos Económicos y Complejos, Adrián Mc Cormack, quien había mantenido una reunión con los dos abogados defensores del empresario este miércoles por la mañana, librara una orden de arresto.

De todas maneras, al mismo tiempo que Paladini se ponía a disposición de la Justicia, Serjal decidía apartar a Mac Cormack del caso. Se trataba de un pedido de los abogados defensores del empresario, Nanni y Paul Krupnik, quienes consideraron que se encontraba afectado el principio de objetividad al tener una denuncia penal pendiente contra el fiscal.

Serjal optó por apartar al fiscal, "a los fines de garantizar la objetividad de la actuación de la fiscalía en el proceso y agilizar una rápida respuesta a las víctimas", indicaron desde el Ministerio Público de la Acusación. Al mismo tiempo, designó al Fiscal David Carizza, quien llevará a Paladini a audiencia imputativa el día viernes.

Se estima que alrededor de 150 personas fueron víctimas de estafas a partir de compras de viajes turísticos que luego no eran concretados. Se trata de un caso particular por la figura del estafador: le gustaba codearse con famosos, en círculos de alto poder económico, donde se fotografiaba con ellos para lograr en cierto modo un aval. El modus operandi se basaba en este respaldo ficticio y en una aparente empresa de turismo con oficinas en Miami.

Más temprano, antes de que Paladini se entregara a la Justicia, su otro abogado defensor, el penalista Paul Krupnik, aseguró en diálogo con Sí 98.9 que el empresario se defendió de las denuncias advirtiendo que se trató de "un desaguisado comercial, sin voluntad de perjudicar a nadie", y en ningún caso tuvo voluntad de estafar a sus clientes.