La ilusión de los gastronómicos de poder reabrir las puertas de sus locales a partir del próximo lunes, quedó truncada tras el decreto emitido por el gobierno nacional habilitando otras actividades. En este marco, el Ejecutivo provincial volverá a la carga para lograr efectivamente el permiso y posibilitar así la reactivación económica del sector.

“Se ha conversado con las autoridades nacionales. Estoy seguro que vamos a ir en la misma linea de continuar etapa por etapa. Seguramente las habilitaciones tendrán que ver con la particularidad de utilizar el 30% de la superficie inicialmente, con los protocolos presentados y de ahí ir escalando hasta el 50% que es la solicitud que se ha realizado y es lo recomendado por salud”, señaló el gobernador Omar Perotti.

“Sabemos que la gente tiene incorporados valores de cuidado mucho más importantes que antes; sabemos que ningún empresario ha querido abrir su negocio, su industria para que se contagie y tener que volver a cerrarlo. Se está haciendo con gran responsabilidad”, enfatizó el rafaelino.

Perotti aclaró que “todos estos lugares gastronómicos quedan hoy totalmente habilitados para el “take away” con el fin que alguien pase a buscar la comida y llevarla. Sin embargo eso no es consuelo para los gastronómicos, que en los últimos meses se valieron del delivery para no desaparecer.

"Ojalá podamos tener las habilitaciones para la apertura pronto, porque es lo conversado positivamente con las áreas de Salud nacional, con Jefartura de Gabinete en el día de ayer (por este martes) para que también estas actividades puedan estar sumándose en todo el territorio provincial”, concluyó el gobernador.

Decepcionados

Apenas se supo que Nación no aceptó el primer pedido del gobierno provincial para la reapertura paulatina de los bares, el sector gastronómico mostró su bronca y desilusión. "Se habían dado las condiciones y habíamos interpuesto protocolos a los efectos de arrancar este lunes que viene", sostuvo Carlos Mellano, dirigente de la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario (AEHGAR).

Los gastronómicos pretenden que al menos se les permita habilitar algunas mesas para recuperar algo de la habitualidad, que los clientes puedan pasar a tomar un café y seguir con su rutina, todo siguiendo las normas de higiene necesarias para la época.