Este martes continuaron los alegatos de clausura previo a la sentencia para los imputados por la tragedia de Salta 2141 donde murieron 22 personas. Fue el turno de las defensas del gasista Carlos García y de su ayudante, Pablo Miño, quienes manipulaban la válvula de la red en el momento en que comenzó el escape de gas previo a la explosión.

Hugo Buffarini, defensor de García, planteó que el gasista estaba en el lugar y momento equivocado. "Si se coloca a cualquier otro gasista en su lugar, es muy probable que el resultado fuera el mismo. Carlos estaba trabajando enormemente condicionado por una serie de irregularidades, antes y después de la tragedia".

"En ese edificio las condiciones eran adversas. Recordemos que le pegaban mazazos a la válvula de servicio (como forma de abrirla o cerrarla) en la que después tuvo que trabajar este gasista”, afirmó como forma de quitarle responsabilidad a su defendido y transferirle a Litoral Gas por presunta falta de inversión.

Luego agregó que estuvo "condicionado por una serie de irregularidades que anidaron en el proceso privatizador de las empresas de servicios públicos que se dio en la década del 90".

La Fiscalía y querella piden la máxima pena por estrago culposo agravado, que es cinco años, para los 11 imputados entre gasistas, inspectores y gerentes de Litoral Gas y el consorcio.

El fiscal Miguel Moreno sostuvo que García tuvo conductas antirreglamentarias y luego negligentes. En primer término porque tenía conocimiento de que “no podía manipular la llave de servicio, ni tampoco su ayudante”. Luego sacó el regulador “sin asegurarse que la válvula estuviera cerrada y más tarde se retiró en lugar de impedir la catástrofe".

En cuanto al ayudante, la Fiscalía dijo fue el encargado de cerrar la llave de suministro pero finalmente no lo hizo creyendo “que ya estaba (cerrada)". Florencia Chaumet, que representa al ayudante Miño, pidió su absolución y negó que él haya tocado el gabinete de gas. "El propio García reconoce que mi cliente no tocó nada por lo tanto no hay acción”, sostuvo.

Pero a su vez lo defendió de la acusación sobre omisiones: "Se le está pidiendo que sea un héroe. No estaba en las esferas de Miño evitar esta tragedia. Incluso, contribuyó a que el daño no fuera mayor, porque en la esquina cortó el tránsito de calle Oroño. ¿Condenar al ayudante del gasista sería darle una respuesta a la sociedad? Que no se corte el hilo por lo más delgado”.