Las cifras asustan y recuerdan a tiempos no tan lejanos, cuando la ciudad registró los peores niveles de violencia urbana de su historia. En los primeros 15 días del año se registraron 14 homicidios, uno cada 25 horas. Hubo además 20 heridos de bala y 11 hospitalizados por armas blancas.

El recrudecimiento de la violencia parece estar ligado, nuevamente, al fuego cruzado del narcotráfico. Las primeras señales de alerta aparecieron a fines del 2017, en el momento en que todas las miradas estaban centradas en el juicio a Los Monos, una de las bandas que años atrás tiñó de sangre a la periferia de Rosario. El ministro Maximiliano Pullaro calificó al proceso penal como un "hecho fundacional" y un "punto de inflexión" en la lucha contra el crimen organizado de la provincia. 

No obstante, ya por aquellos días, la ciudad sufría un rebrote de crímenes, 20 en el lapso de un mes. Ahora esa tendencia se consolidó. La mayoría de los asesinatos perpetuados en lo que va del año están ligadas a venganzas. Fueron acribillados Ulises Funes, hermano de una familia pesada de la zona sur; Facundo Hernández, hermanastro de Milton César, cuya madre y hermano fueron asesinados tras el homicidio de Claudio "Pájaro" Cantero; y Marcela Díaz, hermana de Ariel "Tuby" Segovia, ex barra brava de Newell´s y ladero de la familia Cantero. 

De mantenerse estos niveles de violencia, enero podría terminar con registros que parecían olvidados. En 2017 y 2016 --años en los que la curva de homicidios descendió-- fueron 17 y 16 los asesinatos en el primer mes del año. En 2015 y 2014, se perpetuaron 28 crímenes; y 22 en 2013. 

La mayoría de los últimos asesinatos tienen un oscuro y complejo trasfondo. De los 16 homicidios, 13 están siendo investigados como ajustes de cuentas. Dos están caratulados como femicidios y el restante (el cadáver hallado en el Parque Independencia) aún con rótulo incierto. No hay, por el momento, ningún crimen en ocasión de robo. 

La mayoría de los balazos ocurrieron en los barrios de la periferia de Rosario. Solo dos muertes --la de Débora Mansilla y Néstor Bordón-- tuvieron lugar en las localidades vecinas, en este caso, Villa Gobernador Gálvez. 

El lunes al mediodía, el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini admitió "vínculos" entre algunos homicidios. "Las víctimas son de grupos que han tenido cruces en el pasado. La impresión es que estarían relacionados", señaló. Reconoció que la cantidad es "alta", pero enmarcó la nueva saga en una una etapa del año (fines de diciembre y principios de enero) en la que "siempre" hay mucha violencia.

Las responsabilidades 

Días atrás, Pullaro le tiró la pelota a la Justicia por este contexto de violencia. Cuestionó la feria judicial y responsabilizó a los magistrados por otorgar salidas transitorias. 

"La violencia se profundiza en los últimos días del año y tiene que ver algunas cuestiones estructurales, como pueden ser las salidas transitorias que se le dan a personas que están en el Servicio Penitenciario y salen por las fiestas y vemos la violencia extrema y el robo calificado", sorprendió el ministro.

La respuesta no tardó en llegar. El presidente del Colegio de Magistrados de Santa Fe, Gustavo Salvador, recogió el guante y dijo que Pullaro buscaba "sacarse los problemas de encima". “Está desacertado. No es la primera vez que el ministro hace responsable directo al recrudecimiento de la situación delictual", se quejó.

A su vez  dijo que la diagramación de las políticas de persecución y prevención de las actividades delictuales es propia del ministerio de Seguridad. “No son tarea de los jueces la disuasión para evitar delitos”, dijo para delinear responsabilidades.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich se hizo eco en las últimas horas de lo que ocurre en Rosario. "Ahora salieron unas banditas de chicos jóvenes, están naciendo dos familias nuevas (por Los Funes y Los Cantero) que se quieren disputar el territorio, pero ya estamos trabajando para que no crezcan", afirmó el fin de semana en el programa de Mirtha Legrand.

Los asesores de Bullrich le plantearon a sus pares de la Casa Gris la preocupación por esta nueva ola de violencia. Ya hay programadas varias reuniones para diagramar nuevas políticas de acción para la nueva coyuntura.  

Otra mirada

Para el ex Defensor Público, Gabriel Ganón, la "violencia urbana" nunca fue abordada seriamente por el gobierno de Santa Fe. Pone el énfasis en una "tasa de castigo" que está muy por debajo respecto a otros distritos del país. "Como no hay castigo, quien sufre la violencia resuelve todo con venganzas. Aparecen los crímenes privatizados", le explicó a Rosarioplus.com

El ex funcionario puso un ejemplo emblemático sobre este fenómeno: "Todos los responsables del triple Crimen de Villa Moreno tenían denuncias y procesos abiertos. Pero nunca habían sido castigados", remarcó.

En Rosario, agregó, se dan muchos de los factores que aparecen en el último informe de homicidios de las Naciones Unidas: el no castigo, la proliferación de armas en la sociedad civil y la complicidad policial. 

"Se habló de una reforma policial, pero fue más discurso que realidad. La policía nunca dejó de investigar los crímenes. Hoy la PDI (Policía de Investigación) tiene mucha injerencia en los homicidios", afirmó.

Según Ganón, esta "conjunción de factores" hace que la violencia tenga "picos y retrocesos". "Al darse todos estos factores juntos, Rosario tiene una tasa de homicidios más alta que, por ejemplo, cualquier distrito del Conurbano que tenga una similar cantidad de habitantes y el mismo desarrollo", concluyó.