Este lunes se cumplen 19 años del asesinato de José Luis Cabezas, el reportero gráfico de Editorial Perfil que fuera hallado muerto, calcinado, dentro de su auto en una cava de la localidad de General Madariaga. Se trató de uno de los crímenes más resonantes desde el regreso de la Democracia, y tuvo derivaciones políticas que llegaron hasta el suicidio del poderoso empresario Alfredo Yabrán, sindicado como el autor intelectual del asesinato, aunque no pudo ser condenado en el juicio que finalizó en el 2000.

Es que Cabezas, que solía cubrir la temporada de verano en la Costa Atlántica para la revista Noticias, había retratado al poderoso dueño de Oca, entre otras empresas, caminando junto a su mujer por las playas de Pinamar, en febrero de 1996. Se trataban de las primeras fotos públicas de un hombre que había hecho del perfil bajo una necesaria estrategia de negocios luego de que, en 1995, el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, lo acusara en el Congreso de ser un líder mafioso con protección política.

La foto expuso públicamente a Yabrán, y significó la condena a muerte de Cabezas. El 25 de enero de 1997, su cuerpo calcinado, con las manos esposadas a la espalda y dos disparos en la cabeza, fue encontrado dentro de su automóvil Ford Fiesta en una cava de General Madariaga.

El asesinato conmocionó a la opinión pública y a la dirigencia política argentina. El por entonces gobernador de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, aseguraba que el crimen se trataba de un posible "mensaje mafioso" de la policía de la provincia de Buenos Aires hacia su gestión. Por aquel entonces, acuño la frase "Me tiraron un cadáver".

Las principales sospechas recayeron en la figura de Alfredo Yabrán, a quien se responsabilizó de haber encargado el crimen. Sin embargo, él se defendía y decía ser un pequeño empresario. El entonces presidente Carlos Menem prometió esclarecer el caso, pero desde la oposición se lo acusaba de apañar y proteger a los sospechados de haber cometido el asesinato.

A medida que varias personas de su entorno comenzaron a caer mientras avanzaba la investigación del crimen, Yabrán comenzó a sentirse más y más acorralado. Finalmente, tras dictarse una orden de arresto por ser el supuesto autor intelectual, el poderoso empresario se suicidó de un escopetazo en la estancia San Ignacio, de su propiedad, situada a 30 km de Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos, el 20 de mayo de 1998. El episodio generó suspicacias y, al día de hoy, hay quienes dudan de la veracidad de su muerte.

La causa continuó y fue elevada a juicio. El 2 de febrero de 2000, en juicio oral y público, fueron condenados a prisión perpetua los cuatro integrantes de la banda "Los Horneros": Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana, así como a Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Alfredo Yabrán, y los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo. 

“Camarazo” en recuerdo

El Sindicato de Prensa Rosario convocó a una concentración para recordar, este lunes, a José Luis Cabezas. El tradicional “camarazo” se realizará en la Plaza Pringles, donde se encuentra la placa que se colocó en memoria del reportero gráfico asesinado, a partir de las 19:30.

“Cabezas fue muerto por ser periodista, por trabajar con la información a través de la imagen y de hacer visibles aquellos hechos y rostros que formaban parte de la realidad”, señalaron desde el SPR, a través de un comunicado. “Como cerraron los ojos de Cabezas, hoy se quiere tapar la capacidad de que los argentinos y argentinas construyan una visión crítica e integradora del mundo en el que se vive. Por eso la muerte de Cabezas no es sólo un recuerdo, sino que su trágico significado adquiere preocupante actualidad”, agregaron.

En ese sentido, la convocatoria de este lunes será “por la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información, por la plena vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y por la defensa de los puestos de trabajo”.