Según un informe elaborado por el Servicio Público Provincial de Defensa Penal (SPPDP), en 2018 se registraron 579 víctimas de violencia institucional y torturas en todo el territorio santafesino, de las cuales 280 son de Rosario.

En tanto, el podio se completa con Santa Fe (con 108 víctimas) y Reconquista (84). Asimismo, se contabilizó un total de 958 casos, debido a que una misma víctima pudo haber sufrido diferentes tipos de tortura y maltrato. 

Estos se clasifican en maltratos físicos (515 casos) y psicológicos (252). Aquí cabe señalar las amenazas seguidas de las humillaciones resultan ser las manifestaciones más comunes de tortura por parte de las fuerzas de seguridad. 

Por otro lado, está la categoría “otras afectaciones a los derechos humanos” (191 casos) dentro de la cual el “armado de causas” fue la variable más mencionada por las víctimas. En segundo lugar se ubican las malas condiciones de detención.

Otro dato a destacar del informe es que sólo el 51 por ciento de las víctimas decidió hacer la denuncia formal y que la mayoría alegó como motivo de la no denuncia el “temor a represalias”.

Por otro lado, advierte que para las fuerzas policiales, los hechos de maltrato suceden en su mayoría “durante la detención” y la “aprehensión”. En cambio, para el Servicio Penitenciario la violencia se ejerce principalmente en la práctica de aislamiento y mientras permanecen en el pabellón. En tanto, dentro de las agresiones físicas, las más frecuentes son el golpe y la golpiza.