Dos hombres armados, ajenos a toda circunstancia vinculada al clásico, eligieron la noche del domingo para asaltar el bar Rojo, en Riobamba y Necochea. Fue un trámite express: a punta de pistola le robaron la recaudación a los encargados del local, pero el plan se derrumbó a la hora de marcharse. La moto en la que habían llegado no quiso arrancar, por lo que la pareja no tuvo más opción que resignarla.

Los asaltantes tuvieron que dejar la Honda Guerrero en la vereda del local que asaltaron y alejarse a pie para evitar una detención segura. Y fue lo que sucedió al fin con uno de ellos. La policía le cayó encima cuando escaba al trotecito, entre disimulado y apurado, a un par de cuadras. Su compañero, en cambio, sí pudo poner distancia y esfumarse, aunque la moto la perdió definitivamente.

El detenido quedó alojado en la comisaría 4ª. Tiene 21 años y está imputado de robo calificado por uso de arma de fuego.