La flamante fiscal regional de la Segunda Circunscripción María Eugenia Iribarren, designada por el fiscal general de la Provincia de Santa Fe Jorge Baclini, asumió de forma interina por el término de tres meses, durante los cuales adelantó que realizará “una reestructuración del Ministerio Público de la Acusación que atraviesa esta crisis institucional”.

Sobre la elección –es la primera mujer en este cargo-, en diálogo con la prensa, la funcionaria aseguró que “lo importante es que sea la persona más idónea, más allá del género por lo cual se ha basado el fiscal general Baclini”, echando por tierra que por esto se busque reforzar ciertas unidades relacionadas a las cuestiones de género.

Tras el cimbronazo de la imputación del ex fiscal regional Patricio Serjal, vinculado a la corrupción del también ex fiscal Gustavo Ponce Asahad con bandas de juego clandestino, Iribarren aseguró que en estos meses su principal objetivo es “transmitir confianza a los fiscales y a la gente para salir de esta crisis institucional que tiene el Ministerio Público”.

Para mejorar la imagen de la Fiscalía aseguró que se buscará “reorganizar con mejores  recursos en relación a la criminalidad, el trabajo que se hace es muchísimo, y hay que organizarlo, ser más efectivos, que la gente que se sienta damnificada pueda percibir la respuesta de los fiscales, y a ellos dotarlos de mas recursos, y entrecruzamientos de datos”.

Luego de haber tenido la primera reunión con todos los fiscales de la 2da Circunscripción, aseguró que “hay lineamientos claros desde la Fiscalía General que hay que replantearlos y trabajar en conjunto, para profundizar y actualizar las políticas de persecución y los sistemas de control dentro de la propia Fiscalía y ordenar lo que es el trabajo de los Fiscales”.

Aclaró que en la causa que investiga a los fiscales Gustavo Ponce Asahad y Patricio Serjal no tendrá una intervención directa, pero “sí un seguimiento y un apoyo”, así como en todas las unidades: “Con todos los fiscales haremos un trabajo cercano, para que sientan que tienen en quién apoyarse y pedir mi opinión sin interferencias”.

Un interinato no buscado

Consultada sobre el nombramiento de este puesto, que es el más elevado del MPA de la región Rosario, la fiscal regional aseguró: “No me había propuesto antes ser fiscal regional, de hecho nunca me postulé en los concursos. Pero como fue una decisión del fiscal general Baclini sentí que era un deber para la institución aceptar su designación. Acepté honrada por que elija a mi persona”.

Y no conforme con esto, aprovechó a aclarar: “El puesto no es algo que me interesara, sentía que donde estaba podía dar muchísimo más en mejorar el MPA, ya que no es una sola persona la que lo construye”, dejando entrever una posible salida tras su interinato.

Para la semana que viene adelantó que se tomarán resoluciones concretas, “hablaremos con cada fiscal que tenga expectativa de recambios en su unidad. Es un momento de replanteo, de ver qué puede aportar cada uno para salir lo mejor posible adelante”.