El director de la región centro del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) catalogó como "irresponsable" la acusación de la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina contra el organismo estatal y remarcó que la mercadería que entra y sale de los puertos santafesinos es controlada de forma continua.

"El problema de los peritos clasificadores es con las cerealeras, Senasa no tiene nada que ver", distinguió Cristian Cunha, titular de la delegación centro (Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba), en diálogo con Rosarioplus.com. "Es irresponsable hablar tan liviano cuando hay controles muy rigurosos, muy profesionales y de forma continua por parte del Estado", afirmó.

Este martes, Urgara reveló que existen graves casos de descontrol sobre los puertos privados de la región, y anticipó que por las compras directas que realizan esos agroexportadores corren riesgo puestos de trabajo y, además, la garantía sanitaria de esa actividad debido a la utilización de químicos prohibidos sobre las cargas.

El funcionario explicó que el organismo tiene un protocolo de muestreo y control sobre la mercadería que sale del país: "Certificamos la sanidad del producto exportado, sea en granos o subproductos. Senasa siempre hace los controles fitosanitarios para la exportación, excepto en los casos en los que los países de destino no lo piden".

Sobre la importación de mercadería, que también fue apuntada por el gremio de los peritos clasificadores de granos, Cunha dijo: "Nosotros le hacemos los análisis, si los parámetros respetan las normas argentinas se acepta, sino se rechaza".

"No hemos tenido casos de mercadería desaprobada desde que comenzamos la gestión, nadie te vende algo que vos no vas a admitir, es una cuestión de sentido común y seriedad", comentó.

Asimismo, el ex coordinador de Puertos, Aeropuertos, Aduanas Secas y Pasos Fronterizos del Senasa en la ciudad de Rosario, señaló que el Senasa recuperó su transparencia luego de integrar durante varios años una nómina de puertos corruptos. "Hace poco tuvimos una reunión con los dueños de los buques y nos confirmaron que Argentina no está más en la lista", destacó.

En cuanto a la soja que llega a los puertos santafesinos, desde países vecinos y Estados Unidos, el contador recordó la sequía que sufrió el país en el último año y manifestó: "El país necesita importar soja para poder paliar la capacidad ociosa de las plantas (cerealeras) y sobre todo para cuidar las fuentes de trabajo".

"Es normal que en barcazas importemos soja de Paraguay, Bolivia, Brasil; porque es a través de la hidrovía. Lo llamativo es la importación desde Estados Unidos, esto se debe a la sequía", indicó. 

Al ser consultado si la mercadería que ingresó a los puertos de Rosafé (desde Villa Constitución a Timbúes) desde EEUU tiene tolerancia al herbicida dicamba (agroquímico cuya aplicación no tiene autorización en Argentina), el funcionario respondió que los controles se ajustan a las normativas vigentes. En junio, la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía del Ministerio de Agroindustria de Argentina había publicado en el Boletín Oficial la resolución 30/2018 por la cual aprobó la importación de una soja que tolera la aplicación del herbicida dicamba.

"El organismo Senasa es muy creíble y transparente hacia el mundo y por los privados", volvió a manifestar Cunha y agregó: "Senasa cuida lo que comemos los argentinos todos los días y lo que se exporta al mundo".

¿Reestructuración o despidos?

En enero, unos 23 trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria fueron despedidos en Santa Fe, sobre un total de 197 afectados a nivel nacional. 

Sobre la reducción de personal en la entidad estatal, director de la región centro afirmó: "Hubo una reestructuración del organismo a nivel nacional y se tomó medidas con aquellos que no iban a trabajar".

"Se hizo un replanteo de cómo trabajar, con una organización diferente, pero siempre cubriendo todas las cargas. Nunca tuvimos falencia por falta de personal en una terminal portuaria", remarcó el funcionario y agregó: "En los últimos meses se han sumado tres veterinarios que hacían falta en frigorífico".