Las nuevas tecnologías invitan a los aficionados al séptimo arte a no salir de casa, y las salas de cine se fueron quedando sin público. La época dorada, con más de setenta cines repartidos entre el centro y los barrios, quedó atrás y la oferta para el espectador disfrute de una buena película se concentró en pocos lugares.

Ante esta situación, el concejal Eduardo Toniolli presentó una iniciativa para fomentar la reapertura de salas de cine y ayudar a mantener los locales que afrontan una difícil situación económica.

El proyecto de Ordenanza, titulado “Régimen de protección y fomento de los cines históricos rosarinos”, propone que las salas abonen la Tasa General de Inmueble (TGI), el Derecho de Registro e Inspección (Drei) y el derecho de acceso a espectáculos públicos, con funciones sin cargo para escuelas, clubes, centros de jubilados, e instituciones sociales, y la difusión de expresiones de la industria audiovisual local.

La propuesta del edil podría ayudar a reabrir las puertas del tradicional cine Madre Cabrini que dejó de proyectar películas a fines de febrero, después de 35 años de historia.