Aunque anticipó que no habrá una solución inmediata, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, advirtió que la falta de un arreglo con los fondos buitre "ha sido tremendamente caro para la Argentina”, y remarcó la intención de volver a negociar “con dureza” para llegar a un acuerdo.

“No esperen que este arreglado el pleito ni una propuesta concreta de Argentina” dijo Prat Gay en una conferencia de prensa. Al referirse al encuentro que encabeza el secretario de Finanzas, Luis Caputo, con los holdouts, dijo que éste permitirá al Gobierno “entender bien el estado de situación y la postura de quienes tienen ese fallo que esperemos tengan la responsabilidad de negociar en forma seria”.

El ministro agregó que “al enfrentarse con los Fondos Buitre no se le hizo ningún favor al país”, al referirse a la postura llevada adelante por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y a la decisión de la nueva administración de retomar las conversaciones con los fondos buitre.

“No le hacemos un favor a los argentinos al pelearnos con los buitres. Este Gobierno está dispuesto a pagar todas las facturas que reciba. Pero lo haremos con la verdad y poniendo foco en el futuro”, aseguró Prat Gay.

En otro pasaje de la conferencia, el funcionario del gobierno nacional afirmó que el déficit "alto" y el desajuste "notable" en precios relativos constituyen la "herencia fiscal" de la administración anterior.

Inflación “entre un 20 y 25 por ciento”

Prat Gay, estimó también que las medidas que se pondrán en marcha con el Programa Fiscal anunciado en conferencia de prensa, el déficit primario bajará un punto porcentual en 2016 y que la inflación se ubicará dentro de un rango de entre 20 y 25 por ciento.

El ministro precisó que las metas de inflación, tras un 2015 con un estimado de 30 por ciento, son de 20 y 25 por ciento en 2016; 12 y 17 por ciento en 2017; 8 y 12 por ciento para 2018.

A su vez, explicó que una vez recuperada la actividad económica,el programa fiscal apunta a hacer desaparecer al final del actual mandato presidencial el 6 por ciento del déficit primario sobre e PIB, y a alcanzar una inflación de 5 por ciento.