Los fuertes incrementos de precios registrados entre los últimos meses del año pasado y los primeros de éste, sumados a la ausencia de medidas del gobierno nacional que funcionen como paliativos a la escalada inflacionaria provocó una caída del consumo de la canasta básica dentro del hogar del 8 por ciento en enero, con respecto al mismo mes del año anterior, según un trabajo que presentó este martes la consultora Kantar Worldpanel en el Foro de cadenas regionales de supermercados, en la ciudad de Mar del Plata.

Entre los puntos más salientes del informe, se advierte que los consumidores de los sectores bajos concurren menos a los grandes supermercados a realizar sus compras, al tiempo que crecen las compras “de reposición”, de pocos artículos y se produce un traslado desde las primeras marcas a las marcas propias.

El estudio no es optimista respecto a lo que viene, ya que muestra una perspectiva de contracción para los próximos meses.

El Director del Cono Sur de Kantar Worldpanel, Juan Manuel Primbas, explicó que “en un contexto de incrementos de precios e incertidumbre sobre los ingresos futuros, los hogares priorizan estrategias que les permiten optimizar el rendimiento de su dinero como ir menos veces a comprar, incorporar marcas propias a su canasta y buscar constantemente promociones”.

El informe destacó que otra forma de cuidar el bolsillo son las promociones, las cuales hace dos años representaban el 15 por ciento del gasto que hacen los hogares en las grandes cadenas, y que en 2015 el valor ascendió a 19 por ciento, por lo cual “se cada 100 pesos gastados en una cadena, 20 son bajo algún tipo de promoción” aseguró Primbas.

En tanto, el director de la consultora especializada en consumo masivo Focus Market y asesor de Came, Damián Di Pace, consideró que en los sectores medios y medio altos "el desplazamiento a segundas marcas se está viendo en forma muy tibia porque el consumidor intenta privilegiar la calidad respecto del consumo antes de sacarificar su nivel de vida, pero si se registra este desplazamiento más profundo en los sectores medios bajos y bajos". “Se ve un consumidor racional que ante las ofertas y descuentos de las grandes cadenas evita tentarse de las compras impulsivas y no planificadas, y se observa ante la distorsión tan grande de precios una búsqueda en todas formas comerciales como ser tiendas de descuento, autoservicios, almacenes y sectores tradicionales de consumo como carnicerías, granjas, fiamberías o queserías”, explicó Di Pace.