El ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe tomó la palabra este martes, obligado a partir de la seguidilla de hechos que involucraron a la Policía en las últimas semanas, pero sobre todo debido a la detención del ex jefe Rafael Grau en el marco de una investigación por corrupción. El funcionario aseveró que irán “hasta el hueso” y prometió que caerá “quien tenga que caer”. Poco dijo sobre las otras detenciones ocurridas en Rosario por casos de violencia institucional.

La palabra del funcionario provincial era especialmente esperada a partir de varios casos que ganaron la agenda en las últimas semanas, pero en su encuentro con los medios el ministro se limitó a tocar el tema Grau que lo tuvo como protagonista por ser él el denunciante. Al margen quedaron, por ejemplo, las indagatorias a 27 efectivos por la muerte y desaparición de Franco Casco, y la imputación a 18 uniformados por la persecución vehicular y balacera que terminó con la vida de David Campos y Emanuel Medina en Callao y Arijón. 

Pullaro había denunciado a Grau en 2016 a partir de una advertencia anónima que llegó a oídos del ministro. En la rueda de prensa brindada este martes en la capital provincial, recalcó que la detención de quien fuera responsable de la fuerza entre septiembre de 2015 y marzo de 2016 fue posible gracias a “una decisión política del Gobierno y del Ministerio de ir hasta el final”. Así buscó despegarse completamente de Grau y de cualquier otro efectivo que pueda estar sospechado.

Escoltado por el ministro de Justicia, Ricardo Silberstein, y el ministro de Gobierno, Pablo Farías, Pullaro celebró la detención de Grau, segundo jefe policial que queda tras las rejas en Santa Fe. Puntualmente se limitó a resaltar el trabajo de la Provincia: “Hacer lo que corresponde significa llevar adelante esta denuncia, y lo hice yo personalmente radicándola hace alrededor de un año y medio en el Ministerio Público de la Acusación”.

“Semanalmente o mensualmente insistí en el Ministerio Público de la Acusación con esta causa porque para nosotros no era menor. Hay que dar un mensaje muy claro y así fue que se desarrolló esa investigación”, amplió el radical, ex diputado provincial.

De acuerdo con la denuncia inicial presentada por Pullaro, en el Ministerio descubrieron el año pasado el funcionamiento de un sistema de corrupción interna dentro del Departamento de Logística de la Policía (denominado D4) con los servicios contratados para el mantenimiento de vehículos.

En el marco de la investigación, oportunamente se efectuaron seis allanamientos y fueron secuestrados cinco automóviles, cuatro camionetas y un colectivo, todos vehículos oficiales de la fuerza. Por su parte, dos peritos mecánicos de Gendarmería Nacional realizaron pericias en los 10 móviles para determinar la existencia o no de los arreglos y repuestos; en caso de que se hubieran hecho, el tiempo en el que fueron realizados.