El subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual de la provincia Esteban Paulón desmintió “la existencia de una pretendida ideología de género", difundida por sectores religiosos, en el marco del debate nacional sobre la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral.

En una carta pública que dio a conocer, Paulón reflexionó que “en los últimos tiempos asistimos a una impactante embestida de grupos conservadores que, bajo el lema "con mis hijos no te metas", impulsan una campaña de desinformación y miedo que tiene por objetivo restringir diversos avances en materia de sexualidad, igualdad de género y derechos humanos que hemos conquistado tras décadas de lucha”.

El responsable de la cartera de género pública aseguró que dos de los principales focos de esta embestida de “ideología del odio” son los colectivos de lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex y la Educación Sexual Integral, aprobada por ley en nuestro país desde el año 2006.

En ese sentido ejemplificó que “es usual escuchar ideas disparatadas como que con la ESI los padres pierden la patria potestad de sus hijos, o que sus contenidos enseñan a niños de 5 años a masturbarse".

Algunas frases que Paulón destacó como agresivas contra el colectivo LGTBIQ son: "Un tipo disfrazado puede creerse mujer, pero nunca lo será realmente"; "las lesbianas infunden a sus hijos el odio hacia los hombres"; "el matrimonio igualitario no existe, es una ficción jurídica".

El referente provincial explicó que “escudados en la lucha contra una supuesta ‘ideología de género’, que sólo existe como concepto en el imaginario cristiano, difunden discursos discriminatorios y violentos, destinados a desinformar, manipular datos y que terminan promoviendo la animadversión social hacia los colectivos de la diversidad sexual y los colectivos feministas”.

Paulón llamó a “detener urgente estos discursos de ideología del odio, porque pone en riesgo la esencia misma de la democracia: el respeto, la protección y la valoración de las diversidades, y la promoción de derechos destinados a brindar iguales oportunidades a los colectivos vulnerados”.

Sobre la Educación Sexual Integral aclaró que “no es el derecho de los padres o las madres a educar a sus hijas e hijos, sino un derecho de esos niños y niñas a recibir información adecuada, de base científica, que les permita ejercer con libertad y responsabilidad su vida sexual, independientemente de su orientación sexual, identidad o expresión de género”.

El referente de las políticas de diversidad sexual destacó que “desde ya que madres, padres o tutores pueden educar a sus hijos en los valores en los cuales crean, pero así como nadie les preguntaría en qué ideario matemáticas, literatura o historia, tampoco corresponde validar con ellos el enfoque de derechos humanos en la enseñanza de los aspectos de la sexualidad”.

Puntualizó que una correcta implementación de la Educación Sexual Integral, en el fortalecimiento del perfil laico de la educación, en la apertura de espacios abiertos e inclusivos a la diversidad, puede “construir una sociedad verdaderamente igualitaria, libre de prejuicios y violencias”.

Finalmente reflexionó: “Sin dudas hemos avanzado enormemente, pero ha sido un avance sobre el dolor, sobre la discriminación y sobre la vivencia del odio en el propio cuerpo. Avanzar y conquistar todo lo que falta hará que ese largo y difícil camino recorrido, que ese enorme esfuerzo realizado valga la pena. Paremos la ideología del odio: la sociedad del arco iris que queremos construir nos lo demanda urgentemente”.