El crimen de una adolescente de 14 años mientras se encontraba con un grupo de amigos en un pasillo de Villa Banana en el oeste se suma a la cruda cifra de homicidios rosarinos y se sintetiza en una inquietante frase: “Debe ser un juego que tienen: matar gente”.

De esa forma y entre lamentos logró dar una explicación la tía de Soledad sobre el episodio fatal que retumbó en Villa Banana. Pero no es el único caso en el que las balas van de un lado a otro. “Hay balaceras todos los días”, agregó la joven.

Lo que se interpreta del testimonio que recogió Rosarioplus.com es que muchas veces las balaceras no tienen una motivación personal sino que se utilizan para marcar territorio y espantar a quienes a su vez pueden espantarles ilícitos, como el narcomenudeo. Un grupo de chicos jugando por la noche pudo ser un blanco identificable.

“Tienen ganas de tirar para todos lados. Tiran al bulto de los pibes, parece que le molestan. Eran chicos chiquitos. Estaban haciendo cosas de pibes, se ponen a hablar, a pavear. Le molestan que los chicos estén haciendo bulto”, relató con la hipótesis de que la presencia de los menores espantaría a la clientela que llega hasta el barrio a comprar drogas.

El caso

Una nena de 14 años recibió un balazo en la espalda este jueves a medianoche, cuando se encontraba en un pasillo de la zona de Lima al 2700 (casi 27 de Febrero) en la zona oeste de la ciudad. A su vez, dos chicos de la misma edad fueron heridos en el mismo lugar y arribaron poco después al mismo hospital donde la primera falleció.