El Tribunal Oral Federal de Paraná condenó a prisión a los tres médicos de un instituto privado de esa ciudad por la apropiación de los hijos mellizos de los militantes montoneros detenidos desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, quienes estuvieron cautivos en el centro clandestino de detención conocido como Quinta de Funes, sobre la ruta 9 y San José, de la ciudad vecina.

Los jueces, que iniciaron el juicio en agosto, dictaron este martes por la tarde penas de 9 años de prisión a Miguel Torrealday, a quien también se lo inhabilitó para ejercer la profesión; de 6 años a David Vainstub y Jorge Rossi, por el delito de sustitución de identidad y robo de bebés. Estos médicos eran los responsables del Instituto Privado de Pediatría en la capital entrerriana, donde a aquellos bebés recién nacidos se les perdió el rastro -en el caso del varón, hasta hoy- por la sustracción de su identidad.

A los médicos se los acusa de haber dado en adopción a los niños, uno de los cuales aún sigue con paradero desconocido, mientras que el otro, una niña, recuperó su identidad en 2008; desde entonces Sabrina Gullino busca a su hermano mellizo.

En la sala del Tribunal ella estuvo presente y tuvo el respaldo de organizaciones de Derechos Humanos que, desde la vereda del edificio céntrico de Paraná, ubicado sobre calle Urquiza, acompañaron la lectura de la sentencia con cánticos, pancartas que rezaban "Rompan el silencio" y "¿Dónde está el melli?".

Los mellizos, una niña y un niño, que hoy tienen 40 años, son hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, también desaparecidos en por la dictadura cívico militar, cuando residían en Mar del Plata, en el año 1978.

Por esta causa, conocida como IPP o causa Melli, y luego de 58 días de juicio fueron condenados en 2011 y también por el tribunal oral local, cuatro militares y un médico que recibieron penas de entre cinco y catorce años por dos hechos de sustracción de menores y supresión de identidad.

Los mellizos nacieron en el Hospital Militar de Paraná, en el que fueron asistidos en la unidad de terapia intensiva y de donde fueron trasladados luego al Instituto Privado de Pediatría (IPP); allí ingresaron a la niña como "Soledad López" y al niño como "NN López", y luego desaparecieron.