El fiscal de Homicidios del MPA, Miguel Moreno, deslizó en diálogo con la prensa que el crimen del policía ocurrido en barrio Godoy pudo haber sido ordenado o ejecutado por alguna banda narco "por las características del caso", al tiempo que marcó como improbable la hipótesis de un robo. La víctima tenía doce orificios de bala en el cráneo. 

El policía Cristian Ibarra, quien estaba con carpeta médica por un accidente de tránsito, murió en su vehículo en Larralde y Dean Funes.

El fiscal, en principio, aclaró que el móvil no es claro, pero “es improbable que sea un intento de robo porque estaban todas sus pertenencias en el interior del vehículo excepto por el arma reglamentaria”.

Según las primeras líneas de la investigación, Ibarra conocía a sus atacantes –serían dos según el testimonio de testigos-, y “lo más probable es que le hayan disparado desde adentro de su vehículo, por la posición y altura de las heridas”, detalló el funcionario de Homicidios.

Sobre las heridas, Moreno confirmó que se trata de doce orificios, todos en el cráneo, cinco con entrada y salida y dos más de ingreso.

En tanto, consultado por similitudes con el asesinato de Carlos Ariel Señuque en el barrio Pichincha, por haber sido ultimado dentro de un vehículo con disparos en la cabeza el pasado viernes sin dejarle posibilidades de defenderse, Moreno apreció que “sí hay similitudes en que no pudo defenderse y fueron tiros en la cabeza, pero en Pichincha fue abordado desde afuera”.