Ricardo Cicarelli, el empresario que se hizo cargo de la planta de llantas Mefrowheels a mediados del año pasado luego de que los propietarios alemanes decidieron ponerle fin a la producción y bajar las persianas, también se alejó de la fábrica al no lograr aumentar las ventas. El empresario decidió contratar a los 20 operarios que trabajaban actualmente a su fábrica en Villa Gobernador Gálvez. 

Mefro Wheels, ubicada en Ovidio Lagos al 4400, pasó a manos de la firma Cirubón, de Villa Gobernador Gálvez, dedicada a la producción de autopartes, quienes alquilaron la fábrica con una opción de compra a cinco años, y retomaron la actividad en septiembre pasado. La empresa tenía un concurso preventivo de acreedores, por lo que Cicarelli tuvo que hablar con el juez para avanzar en la deicsión.

Pero al no lograr insertarse en un esquema de negocios para que las terminales automotrices demanden los productos, Cicarelli decidió dar un paso al costado. "Tuve que dar un paso al costado, no tuve respuesta de las terminales (automotrices). Visité a todos, algunos ni me abrieron la puerta. No arrancaba esto, no me quedó nada por intentar", se sinceró en Sí 98.9.

En rigor, se quedó sin mercado dada la reputación de los propietarios anteriores, con origen en una deuda enorme con diversas automotrices. "Las terminales no me compraban por la gente que estaba antes. Le debían mucho dinero y aunque les decía que yo no tenía nada que ver con esas deudas, no accedieron a comprarme", explicó Cicarelli. 

"El último manotazo fue ir a la fabricante número uno, en Brasil, a ver si podían tomar la fábrica, porque ahora parce un laboratorio: metes una chapa y te sale una llanta. Me dijeron que no era momento de invertir en Argentina", dijo.