La presión en la calle con un nivel de protestas muy violento, la presión de la oposición y hasta en algunas filas del gobierno, se había vuelto incontenible para el presidente Emmanuel Macron. Por eso anunciará la suspensión de la subida de las tasas al combustible prevista para el 1 de enero, según adelanta la agencia France Presse.

Con esta decisión, Macron da marcha atrás en la medida que desencadenó una serie de reclamos de los llamados chalecos amarillos, quienes piden mejora en el poder adquisitivo y expresan el hartazgo de las clases medias empobrecidas de la Francia rural.

El presidente Emmanuel Macron convocó para un gabinete de crisis a una decena de ministros directamente implicados en las protestas de los "chalecos amarillos", que el pasado sábado vivieron una jornada de alta tensión con violentos altercados de una dimensión inaudita en París y en otros puntos de Francia.

Su Ejecutivo había programado a partir del 1 de enero un incremento de las tasas sobre el combustible de 6,5 céntimos de euro por litro para el gasóleo y de 2,9 céntimos para la gasolina, dentro de su estrategia para reducir la dependencia del petróleo y favorecer una economía con menores emisiones de dióxido de carbono para luchar contra el cambio climático.

Con ese nuevo incremento, que se añadía al que se aplica desde comienzos de este año (7,6 céntimos para el gasóleo y 3,9 céntimos para la gasolina) estaba previsto recaudar unos 3.000 millones de euros anuales.